La periodista Svetlana Alexievich gana el Premio Nobel de Literatura 2015
La obra más conocida de esta periodista es Voces de Chenóbil. Según propia confesión de la autora, terminarla le tomó unos veinte años.
Actualizado : 18:53
La escritora bielorrusa Svetlana Alexievich es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015. La Academia sueca dice que "su obra polifónica es un monumento al valor y al sufrimiento de nuestro tiempo".
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Svetlana Alexievich, más que una escritora, es una voz que potencia otras voces, las de los nunca escuchados, las de los nunca buscados por los reporteros, un eco de los que sufren. Svetlana Alexievich es ese tipo de periodista que demuestra que un buen reportaje debe ser, por sobre todas las cosas, humano.
La obra más conocida de esta periodista es Voces de Chenóbil. Según propia confesión de la autora, terminarla le tomó unos veinte años. Uno de sus últimos trabajos es el libro titulado Tiempo de segunda mano (la edición en francés, que tenemos a la mano, se titula El final del hombre rojo o el tiempo del desencanto), premiado en el 2013 con el Médecis para ensayos.
Sus libros suelen ofrecer un retrato profundo de la antigua Unión Soviética. Alexievich se licenció en periodismo en la Universidad de Minsk y colaboró con la revista local Neman. No es fácil clasificar los libros de Svetlana Alexievich. Son ensayos pero también reportajes. Por eso ella prefiere que su género sea reconocido como “novelas de voces”.
Svetlana Alexievich suele interesarse por el hombre común y siempre ha dado el protagonismo a la dimensión humana de los acontecimientos. Pistas del método de trabajo de Svetlana Alexievich, de 66 años, las encontramos en la epidermis de sus obras.
En Voces en Chernóbil, por ejemplo, la autora explica que “este libro no trata sobre Chernóbil sino sobre el mundo de Chernóbil. Sobre el suceso mismo se han escrito ya miles de páginas y se han sacado centenares de miles de películas. Yo, en cambio, me dedico a lo que he denominado la historia omitida, las huellas imperceptibles de nuestro paso por la tierra y por el tiempo”.
El método de trabajo de Svetlana Alexievich es su sello, su forma de expresarse. Lo hayamos también en su obra Los chicos de cinc, que es anterior a Voces de Chernóbil. Como en Voces…, la reportera recopila cientos de testimonios, que luego pule y yuxtapone, esta vez en Afganistán, esta vez a madres de soldados afganos.
Svetlana Alexievich, más que una escritora, es una voz que potencia otras voces, las de los nunca escuchados, las de los nunca buscados por los reporteros, un eco de los que sufren. Svetlana Alexievich es ese tipo de periodista que demuestra que un buen reportaje debe ser, por sobre todas las cosas, humano.
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