No hay ébola en Guinea, en donde empezó todo en 2013

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el fin de la epidemia de ébola en Guinea. Para hacer este feliz anuncio, la OMS ha tenido que esperar 42 días desde que la última persona infectada dio negativo en dos ocasiones consecutivas al test que evidencia la presencia del virus en la sangre.

Todo comenzó en este país.El más peligroso rebrote del ébola parece haber acontecido en diciembre del 2013, en el poblado de Gueckedou, en Guinea, en el oeste africano. Lo sabemos porque un niño de dos años que sufría de diarrea y fiebre murió en esa época, y por el virus del ébola.

Se sabe que el ébola debe tener un vector. Es decir, un animal que lo transmita. Los científicos aún no han podido identificarlo. Se sospecha del murciélago frutero o de un ácaro, pero no hay certeza aún.

Las infecciones luego de propagaron a Liberia y Sierra Leona y, por último, a otros siete países. Más de 13.000 personas fallecieron por los efectos del virus en sus cuerpos. Más o menos la mitad de los infectados. Solo en Guinea han fallecido más de 3.000 personas por el virus.

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Se sabe que el ébola debe tener un vector. Es decir, un animal que lo transmita. Los científicos aún no han podido identificarlo. Se sospecha del murciélago frutero o de un ácaro, pero no hay certeza aún. Sabemos, sí, que el virus puede persistir hasta nueve a doce meses en el semen de ciertos hombres que resultaron infectados, que tiene la forma de un espagueti y que una partícula del ébola basta para destruir tejidos al hacer millones de copias de sí misma luego de haber conquistado una célula indefensa.

Tras este anuncio, Guinea entra en un periodo de noventa días de vigilancia sanitaria reforzada para garantizar que cualquier nuevo caso sea identificado rápidamente antes de que se propague entre la población.

Ahora bien, las consecuencias del brote de ébola no solo son infecciones. Varias ONG denuncian que miles de personas están en situación de “inseguridad alimentaria” tras la epidemia. Además, datos de Unicef afirma que más de 22.000 niños perdieron a uno o ambos progenitores en Guinea, Liberia y Sierra Leona por el ébola.

El ébola aún no tiene cura, vacuna o remedio que permita erradicarlo. Las mejores armas con las que cuenta la humanidad para mantener el virus al margen son la prevención, las medidas de higiene y poco más.

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