Contaminación acústica podría estar afectando a orcas y delfines

Una investigación científica aparecida en la revista PeerJ sostiene que estos mamíferos acuáticos tienen que soportar el ruido diario que producen los navíos, que no es poco.

El ruido afecta su forma de comunicarse y capturar a su presa: la ecolocalización.

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Bolsamania | 03 feb, 2016

El ruido que producen los navíos al surcar el mar podrían ser más que una molestia para los delfines y las orcas, afirma un estudio de científicos estadounidenses, quienes afirman que la habilidad para comunicarse y encontrar a su presa de estos mamíferos acuáticos podría ser alterada por el estruendo causado por los barcos la surcar el mar.

El ronroneo sordo de los barcos, incluso los ruidos persistentes de frecuencias altas y medias, alteran el sentido auditivo de estos animales. Una orca escucha y rebota los sonidos, que son sus ojos en los oscuros océanos, y cuando estos son alterados, el animal tiene problemas para distinguir si se trata de una presa en la distancia o de una compañera en celo, por ejemplo. Estos maravillosos hallazgos han sido publicados en la revista PeerJ.

Veirs afirma que más investigaciones deben ser hechas para saber con precisión cómo afecta el ruido no solo a las ballenas sino también a todo el ecosistema marino, que es ya contaminación acústica. Pero las ballenas y los delfines no tienen abogados.

Tanto las orcas como los delfines emiten sonidos de muy alta frecuencia. La mejor frecuencia de las orcas, la onda que mejor captan es 20,000 Hz. “La principal preocupación es que incluso el más leve incremento del sonido hace la ecolocalización más difícil para las ballenas”, declaró Scott Veirs de Beamreach, el científico que dirigió la investigación.

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El ruido de los barcos puede ser la causa de la pronta extinción de las orcas y hasta los delfines, y quizá otras especies que utilizan el sonido como ojos en el mar. Veirs explica que una de las presas favoritas de una orca es el salmón Chinook, y para atraparla y devorarla, la orca no debe verla sino escucharla bajo el océano. Y las orcas están equipadas para detectar el mejor sacudón del salmón Chinook, pero con cada nuevo navio que surca el mar, se hace más difícil para la orca capturar este salmón “si hay muchos ruidos a tu alrededor”, dice Veirs.

Los científicos utilizaron micrófonos submarinos para medir el ruido creado por 1,600 barcos que pasaron por el estrecho de Haro, en el océano Pacífico, entre el límite entre Canadá y los Estados Unidos. El estudio tomó dos años y se registró el ruido producido por 12 tipos diferentes de embarcaciones: cruceros, buques de carga y militares.

No todos los barcos producen el mismo ruido. Ahora bien, la intensidad media del ruido producido por todas estas naves rondaron los 173 decibeles bajo el agua. En el aire, esto equivale a 111 decibeles y es más o menos el ruido que se genera en un concierto de rock. Todos los días, casi a todas horas, las ballenas han sido condenadas a escuchar a esos ruidosos barcos pasar cerca a ellas. Por supuesto, las ballenas no están muy cerca de los barcos. Por lo que se sospecha que un ruido entre 60 y 90 decibeles es percibido por este animal, la bulla que emana de una cortadora de césped. Todos los días. Casi a toda hora.

Veirs afirma que más investigaciones deben ser hechas para saber con precisión cómo afecta el ruido no solo a las ballenas sino también a todo el ecosistema marino, que es ya contaminación acústica. Pero las ballenas y los delfines no tienen abogados.

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