2015 se perfila como el año más caluroso desde la era preindustrial
Los primeros once meses de este año, según el último boletín del NOAA, han sido los más calurosos de la historia moderna.
Cuando debería nevar, brilla el sol. Eso ha sucedido el 24 de diciembre en la ciudad de Nueva York. Ese día la temperatura atmosférica alcanzó en este punto planetario los 22 °C. Este y otros datos que ha recogido la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) nos deben preparar para el posible anuncio del 2015 como el año récord del calor planetario.
Las tres grandes instituciones que registran la temperatura mundial, NOAA, NASA y el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido (Met Office) aún no pueden pronunciarse sobre esto pues falta agregar a los datos las temperaturas planetarias de diciembre. Sin embargo, los primeros once meses de este año, según el último boletín del NOAA, han sido los más calurosos de la historia moderna.
Se especula que este caluroso año 2015 lo es más porque El Niño se está haciendo sentir. No obstante, este fenómeno no lo explica todo. Lo explica todo, y mejor, la actividad fabril humana y el sistema económico actual que lo mantiene vivo.
El último reporte de la NOAA sostiene que la temperatura promedio de la superficie de la tierra y de los océanos ha excedido en 0.87°C la media del siglo XX, que es 14°C, y amenaza con exceder por primera vez en 1°C los datos desde la era preindustrial. Esta temperatura sobrepasa en 0.14°C a la media registrada en el 2014. Además, tal y como van los datos, todo hace suponer que este año será más caluroso aún que el 2010, 2013, 2005 y 2009.
Esto es una consecuencia del calentamiento planetario por efecto de los gases contaminantes. Catorce de los quince años más calurosos de la historia, desde que se cuentan con datos, se han registrado en el siglo XXI. Solo un año, 1998, pertenece al siglo XX. En ese año se produjo un fenómeno El Niño terrible.
Se especula que este caluroso año 2015 lo es más porque El Niño se está haciendo sentir. No obstante, este fenómeno no lo explica todo. Lo explica todo, y mejor, la actividad fabril humana y el sistema económico actual que lo mantiene vivo. Es bien sabido que el punto de no retorno para la humanidad son los 2°C por encima de los niveles de calor preindustriales. Estamos cada vez más cerca de ello.
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