"Pekín se está convirtiendo en un lastre para las compañías tecnológicas chinas", aseguran expertos
Al igual que ya pasó con Huawei y ZTE, la red social de moda TikTok se ha visto atrapada en el fuego cruzado de EEUU y China y se ha convertido en protagonista del último episodio de la escalada de tensiones entre las dos primeras potencias mundiales. La administración republicana de Donald Trump está ejerciendo toda su presión sobre la matriz de la plataforma de micro-vídeos para que la traspase a manos estadounidenses, bajo pretexto de preservar la seguridad de los usuarios del país.
Lo cierto, según apuntan varios analistas, es que la amenaza de prohibición con la que se descolgaba el inquilino de la Casa Blanca la semana pasada, no es otra cosa que un acto de venganza del magnate que planea extender a otras empresas de software, “ya que toma cualquier compañía china como un representante del estado”, comentan desde ‘Bloomberg’. Según el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, la administración republicana anunciará medidas en breve contra "una amplia gama" de software de propiedad china que se considera que plantea riesgos para la seguridad nacional.
De cara a la galería se ha usado la excusa de que el Gobierno de EEUU está preocupado por la gestión de la información privada de sus ciudadanos, pero lo cierto es que Trump busca devolverle el golpe a Pekín por su manejo de la pandemia de coronavirus y su represión contra Hong Kong. El revuelo se ha levantado, además, semanas después de que los usuarios de TikTok intentaran sabotear una campaña de Trump y coordinaron un esfuerzo para inundar su aplicación 2020 con críticas negativas.
Los comentarios del presidente se produjeron cuando Microsoft y ByteDance estaban en conversaciones sobre la compra de las operaciones de TikTok, que cuenta con medio billón de usuarios, en los Estados Unidos, una medida que también implicaría que la empresa estadounidense administre los datos de la aplicación a nivel nacional (así como en Canadá, Australia y Nueva Zelanda). Los contactos se detuvieron momentáneamente cuando ambas partes trataron de determinar la posición del gobierno republicano. Pero después de una reunión entre el CEO de Microsoft, Satya Nadella, y Trump, la empresa de Bill Gates ha recibido luz verde para seguir con la operación.
Microsoft ha prometido ponerse manos a la obra con la cuestión de la seguridad y ofrecer una revisión de la plataforma, si se realiza la compra, para aclarar las preocupaciones que hay acerca de que TikTok recopila información para el gobierno chino. Se han dado de tiempo hasta el 15 de septiembre de 2020 y durante este tiempo esperan poder llegar a un acuerdo con el "visto bueno" de por medio del Gobierno de Estados Unidos.
“Lo que realmente suceda con la red social es menos importante que el hecho de que Trump ha perseguido a otra compañía del país asiático, una forma suave de atacar a China a través de un servicio que se está convirtiendo en una parte cada vez más prominente de la vida adolescente estadounidense”, indica Connor Campbell, analista de SpreadEx. El movimiento, que el experto considera político, “no es tan directo como cerrar un consulado, pero está milimétricamente diseñado por su equipo de campaña de cara a las elecciones del 3 de noviembre, para distraer la atención de cuestiones como la pandemia o la economía”, asegura el experto. Por este motivo los analistas prevén que en los próximos meses se produzcan otras amenazas o ataques similares.
Más allá del caso de la plataforma de ByteDance, de lo que se trata es de que “Pekín se está convirtiendo en un lastre para las compañías tecnológicas chinas que quieren desembarcar en el mercado de EEUU”, publica Bloomberg. “En resumidas cuentas, es una empresa china que sigue las reglas del juego que le imponen desde China y es el mismo problema que tienen y tendrán todos los gigantes del país que quieran ser actores internacionales”, redondean.