El consenso esperaba una contracción ligeramente menor, del -1,3%
El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se ha revisado ligeramente a la baja hasta el -1,5% desde el -1,4% de la primera estimación publicada en abril, según datos de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio americano. El consenso esperaba una contracción ligeramente menor, del -1,3%.
El Departamento de Comercio ha señalado que Ómicron dio lugar a “continuas restricciones e interrupciones” en los establecimientos del país, pero afirma que los efectos económicos completos de la pandemia de Covid-19 “no pueden cuantificarse en la estimación del PIB para el primer trimestre, porque los impactos están generalmente integrados en los datos fuente y no pueden identificarse por separado”.
En esta primera revisión del avance de la economía americana, se ha reflejado el descenso de la inversión en inventarios privados, encabezado por el comercio al por mayor (especialmente de vehículos de motor), así como en la minería, los servicios públicos y la construcción.
Dentro de las exportaciones, los descensos generalizados de los bienes no duraderos se vieron compensados “en parte por un aumento de "otros" servicios empresariales”. Además, el aumento de las importaciones estuvo encabezado por el incremento de los bienes duraderos (en particular, los bienes de consumo no alimentarios y no automotrices).
Desde Oxford Economics explican que los detalles del informe “siguen apuntando a una economía con una sólida fortaleza subyacente y que demostró su resistencia frente a Ómicron, las persistentes limitaciones de la oferta y la elevada inflación”.
“Excluyendo el comercio y las existencias, las ventas finales a compradores nacionales (un mejor indicador del impulso interno) se revisaron ligeramente al alza, hasta el 2,7%”, detallan, al tiempo que indican que “el crecimiento del PIB real se desacelera notablemente, pasando del 2,5% en 2022 al 1,8% en 2023”.
Asimismo, aseguran que la Reserva Federal está “preparada para subir el tipo de interés de los fondos federales en 50 puntos básicos” en las reuniones de junio y julio, dadas las fuertes presiones sobre los precios, y también señalan que las posibilidades de una recesión “están aumentando”.
“Un ritmo más agresivo de las subidas de tipos de la Fed, un endurecimiento de las condiciones financieras, la guerra en Ucrania y la estrategia de China de "cero" Covid-19 aumentan el riesgo de un aterrizaje brusco en 2023”, concluyen.
Por otra parte, las peticiones semanales de desempleo en EEUU ascendieron hasta las 210.000 en la semana del 21 de mayo desde las 218.000 registradas en la semana anterior, según los datos publicados por el Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha situado sensiblemente por debajo de las previsiones del consenso, que situaban el nivel en las 215.000.
"La escasez de oferta de mano de obra evitará probablemente que se produzcan despidos generalizados, aunque puede haber algunos focos de debilidad en los sectores que contrataron a un ritmo agresivo durante la pandemia. Esperamos que las solicitudes se mantengan bajas a corto plazo", explican desde Oxford Economics.
Mientras, desde Pantheon Macroeconomics, creen que "la tendencia de las solicitudes probablemente esté aumentando lentamente". "Sin embargo, incluso en ese nivel, las solicitudes seguirían siendo muy bajas en comparación con los estándares históricos, y estarían muy lejos de indicar cualquier tipo de dificultad en el mercado laboral", añaden.