No ha habido conversaciones cara a cara desde el G-20 en Osaka
Las conversaciones comerciales entre China y EEUU se han vuelto a atascar poco después de arrancar de nuevo. El martes, las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre que las negociaciones se iban a prolongar largo tiempo enviaron una oleada de pesimismo a los mercados. La parte china también endurecía el tono. El miércoles trascendía la noticia de que Washington y Pekín se han encontrado con un escollo formidable: el asunto de Huawei.
Según publica el 'Wall Street Journal', la administración de Trump determina cómo abordar las demandas de Pekín de aliviar las restricciones sobre la tecnológica china, según personas familiarizadas con las conversaciones. De hecho, asegura el medio, que no se han celebrado reuniones cara a cara ni se ha programado ninguna en el corto plazo, desde que el presidente Trump y el presidente de China, Xi Jinping, se reunieron el mes pasado en Japón y acordaron reanudar las conversaciones.
En ese momento, Trump dijo que los EEUU permitirían que algunas firmas estadounidenses vendieran productos a Huawei, el gigante de las telecomunicaciones con sede en Shenzhen que Pekín considera una prioridad estratégica y Washington considera una amenaza a la seguridad nacional.
Sin embargo, hasta ahora los funcionarios de la administración estadounidense no han llegado a un consenso sobre qué chips semiconductores y otros productos se pueden proporcionar a Huawei sin generar inquietudes de seguridad o darle a la empresa una ventaja estratégica.
Los negociadores comerciales de Estados Unidos y China hablaron por teléfono la semana pasada para discutir los próximos pasos, pero después no mencionaron ningún progreso. Aunque se espera otra convocatoria esta semana, Pekín está a la espera de conocer la postura de Estados Unidos hacia Huawei antes de comprometerse, explica el rotativo.
Los analistas advierten de que la guerra arancelaria que mantienen las dos primeras potencias mundiales seguirá lastrando la economía mundial y no auguran una resolución en el corto plazo. Este cambio de tercio llega después de que Trump dijera el martes que aún queda mucho camino por recorrer para llegar a un acuerdo con China y amenazó con imponer aranceles a otros 325.000 millones de productos chinos.
Mientras tanto, China agregó repentinamente un nuevo miembro a su equipo de negociación: el ministro de comercio del país, Zhong Shan, quien estuvo presente en la cumbre del G-20 del mes pasado y participó en una conversación telefónica con representantes de los Estados Unidos la semana pasada. Zhong es visto por muchos funcionarios en Washington como una persona de línea dura, una señal de que el líder chino Xi Jinping se mantiene firme, informó el ‘Washington Post’.