La subida de los precios da un respiro a la economía estadounidense
El dato de inflación PCE de Estados Unidos en abril ha caído hasta el 6,3% en tasa interanual, una cifra que se ha situado sensiblemente por debajo de las expectativas de mercado, puesto que el consenso anticipaba que se mantuviese en el 6,6%. Estos datos han sido publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio americano.
Estos datos suponen también un retroceso de 0,3 puntos respecto al 6,6% de crecimiento en tasa interanual registrado en marzo. Asimismo, la aceleración en la evolución mensual se ha reducido considerablemente hasta el 0,2%, muy por debajo del 0,8% que anticipaba el consenso y del 0,9% registrado en el mes de mayo.
En cuanto a la inflación PCE subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, ha caído al 4,9% desde el 5,2% de marzo; el dato registrado se sitúa exactamente en las estimaciones del consenso. Asimismo, la evolución mensual de este indicador ha subido un 0,3%, también en línea con lo esperado.
Los expertos de Pantheon Macroeconomics destacan que "la tasa de aumento en los tres meses hasta abril, en comparación con los tres meses anteriores, se redujo al 4,2%, un mínimo de seis meses y muy por debajo del máximo del 6,3% en los tres meses hasta julio".
"El descenso de los precios de los coches usados y de las prendas de vestir, así como la ralentización de los aumentos en toda una serie de servicios, salvo la vivienda, probablemente gracias a la moderación del crecimiento salarial de los últimos meses, han aliviado la presión sobre la inflación", explican, al tiempo que estiman una "mayor desaceleración en el segundo semestre, aunque el ritmo de la disminución depende en gran medida de la velocidad y el alcance de la compresión de los márgenes minoristas y mayoristas, como consecuencia de la reconstrucción de las existencias".
"Nuestra hipótesis de base es que la tasa de inflación del IPC subyacente en el cuarto trimestre será del 3,9%, cercana a la previsión de la Fed de marzo, del 4,1%. Sin embargo, el próximo año esperamos que la inflación caiga mucho más rápido que lo que estima la Fed", sentencian.
“El aumento de la renta personal en abril reflejó principalmente un incremento de las remuneraciones y de los ingresos personales sobre el patrimonio, que se vio parcialmente compensado por un descenso de los ingresos de los propietarios”, señala el informe publicado por el Departamento de Comercio.
Asimismo, se destaca que “dentro de la remuneración, el aumento reflejó el incremento de los sueldos y salarios, tanto privados como públicos”. “El aumento de los ingresos personales sobre el patrimonio se debió a los ingresos por dividendos personales. La disminución de las rentas de los propietarios se debe a las rentas no agrícolas”, añaden.
La renta personal aumentó en 89.300 millones de dólares, lo que supone un 0,4% en abril, según las estimaciones publicadas hoy por la Oficina de Análisis Económico. En cuanto a la renta personal disponible, esta aumentó en 48.300 millones de dólares (+0,3%) y los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) en 152.300 millones de dólares (+0,9%).
La inflación PCE es uno de los indicadores favoritos de la Reserva Federal para medir el estado de la economía y aplicar, en consecuencia, sus políticas monetarias. En las últimas reuniones del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), varios funcionarios ya señalaron que el incremento de los precios estaba muy por encima del objetivo del banco central americano, situado en el 2% para el PCE subyacente.
Es por esto que la Reserva Federal se ha mostrado favorable a seguir subiendo los tipos de interés en el futuro cercano y se esperan dos subidas de cincuenta puntos básicos en las reuniones de junio y julio.
Y es que las actas de la Fed publicadas este miércoles reflejaron que “la mayoría de los participantes consideraron que probablemente sería apropiado aumentar el rango objetivo en 50 puntos básicos en las próximas reuniones”. "Una orientación restrictiva de la política podría resultar apropiada", señalaron los banqueros.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anticipó la semana pasada que había “un amplio apoyo” dentro del Comité Federal de Mercado Abierto para seguir subiendo los tipos de interés, al tiempo que aseguraba que “si tenemos que ir más allá de la neutralidad, no lo dudaremos”. “Si no vemos que la inflación baja, tendremos que actuar de forma más agresiva”, sentenció Powell.
“Dados los persistentes riesgos al alza para la inflación y la agresiva postura política de los funcionarios de la Fed, ahora esperamos un total de 250 puntos básicos de endurecimiento de los tipos este año”, explican los expertos de Oxford Economics. Este grupo de analistas señalan que “la Reserva Federal está preparada para aumentar el tipo de interés de los fondos federales en 50 puntos básicos en cada una de las reuniones de junio y julio, antes de reducir el ritmo de endurecimiento a 25 puntos básicos en las reuniones restantes del año”.
“Nuestra hipótesis de base es que el gasto real se mantendrá prácticamente plano en mayo y aumentará un modesto 0,2% en junio. Sin embargo, el fuerte comienzo del trimestre significa que el gasto real en el segundo trimestre debería aumentar a una sólida tasa anualizada del 4,3%, acelerando desde el 3,1% del primer trimestre, a pesar de la reducción de los ingresos reales por el aumento de los precios de la energía”, apuntan desde Pantheon Macroeconomics.
“La gente está optando por agotar parte de su enorme pila de ahorros para mantener su gasto discrecional, por lo que la tasa de ahorro actual (diferencia entre los ingresos después de impuestos y el gasto) cayó a solo el 4,4% en abril, la más baja desde agosto de 2008. Esto puede seguir así durante mucho tiempo, pero no será necesario, ya que los ingresos reales empezarán a subir de nuevo en el segundo semestre”, concluyen.