Capital Economics señala que las presiones inflacionistas comienzan a relajarse
El dato de inflación PCE de Estados Unidos en marzo ha subido hasta el 6,6% en tasa interanual, un dato que se ha situado ligeramente por encima de las expectativas de mercado, puesto que el consenso anticipaba una subida más moderada hasta el 6,5%. Estos datos han sido publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio americano.
Estas cifras suponen un avance desde el 6,3% de crecimiento en tasa interanual registrado en el mes de febrero. La aceleración en la evolución mensual también es notable y se ha situado por encima del consenso, puesto que ha pasado del 0,5% del último informe, dato también esperado por los expertos, a un crecimiento del 0,9%.
En cuanto a la inflación PCE subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, ha caído al 5,2% desde el 5,3% de febrero (el consenso esperaba que se mantuviera en el 5,3%). La evolución mensual de este indicador ha subido un 0,3%, en línea con lo esperado.
Los expertos de Capital Economics observan señales de que las presiones inflacionistas "están comenzando a suavizarse" y anticipan que los precios "caerán un poco más rápido de lo que ahora espera la Reserva Federal".
"El aumento de los ingresos personales en marzo reflejó principalmente un aumento en las remuneraciones, los ingresos de los propietarios, los ingresos personales recibidos sobre los activos y las prestaciones sociales del Gobierno", ha indicado el informe de este viernes.
"Dentro de la compensación, el incremento reflejó aumentos en los sueldos y salarios privados y gubernamentales. La subida en los ingresos de los propietarios fue en los ingresos agrícolas, lo que refleja el aumento de los precios de los cultivos y el ganado. El aumento de los ingresos personales por activos estuvo liderado por los ingresos por intereses personales. El avance de los beneficios sociales del Gobierno estuvo liderado por Medicare y Medicaid", añaden.
Y es que los ingresos personales han aumentado en 107.200 millones de dólares, lo que supone un 0,5%, en marzo, mientras que los ingresos personales disponibles han subido en 89.700 millones de dólares, una evolución del 0,5%, y los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) se han incrementado en 185.000 millones, un 1,1%.
La inflación PCE es uno de los indicadores favoritos de la Reserva Federal (Fed) para medir el estado de la economía y aplicar, en consecuencia, sus políticas monetarias. En las últimas reuniones del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), varios funcionarios ya señalaron que el incremento de los precios estaba muy por encima del objetivo del banco central americano, situado en el 2% para el PCE subyacente.
Por ello, la Fed tiene previsto aumentar los intereses en 50 puntos básicos en su reunión monetaria de la próxima semana.
En esta línea, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, volvió a demostrar hace unas semanas que es el más halcón de los halcones de la Reserva Federal de EEUU (Fed) al declarar que el banco central no debe descartar una subida de 75 puntos básicos.
Bullard repitió que está a favor de una tasa de interés de alrededor del 3,5% a medio plazo, citando una versión de la regla de Taylor, una directriz desarrollada por John Taylor de la Universidad de Stanford que utiliza la inflación, la tasa de desempleo y una estimación de la tasa de interés neutral -una tasa que no es contractiva ni expansiva- para llegar a su estimación.
"Dada la persistencia de las fuertes presiones inflacionistas y la postura cada vez más agresiva de la Fed, esperamos que la Reserva Federal suba los tipos en 50 puntos básicos en mayo y junio, y en un total de 200 puntos básicos este año", explican los expertos de Oxford Economics. "No cabe duda de que la tolerancia de los consumidores a la alta inflación seguirá siendo puesta a prueba, pero el aumento del gasto en marzo y la revisión al alza de los datos de febrero apuntan a una resistencia continua y representan un fuerte traspaso para el crecimiento del consumo y el crecimiento general del PIB en el segundo trimestre", añaden.
"La inflación subyacente del PCE bajó al 5,2% desde el 5,3%, lo que supone el primer descenso desde octubre de 2020. Este es el comienzo de una racha de mayores descensos, gracias a unos efectos de base muy favorables durante los próximos meses. Pero también vemos una buena posibilidad de que se produzca una moderación significativa en las cifras mensuales, en parte porque los precios de los vehículos se están suavizando y en parte porque la presión salarial parece haber disminuido también un poco desde el pico del verano pasado", indican desde Pantheon Macroeconomics.