Biden necesita de ambos asientos para tener el control legislativo
Ya hay vencedor. Los demócratas han logrado alzarse finalmente con la victoria en Georgia y, por tanto, con el control del Senado de los EEUU, allanando así el mandato del presidente electo, Joe Biden. Raphael Warnock y Jon Ossoff han ganado los escaños en la segunda vuelta electoral.
Antes del parón de este miércoles, Warnock estaba por delante de Loeffler por menos de un punto porcentual y Ossoff se mantenía a un tiro de piedra de Perdue, según Edison Research. Warnock y Ossoff obtuvieron grandes ganancias sobre los republicanos después de que se informara de un lote de votos del condado de DeKalb, de tendencia demócrata. De hecho, el reverendo de Atlanta se ha proclamado vencedor en su escaño y varios medios le dan la victoria.
Con un estrecho margen en las encuestas para los demócratas, analistas y observadores auguran un farragoso proceso hasta conocer el nombre de los nuevos senadores. Esta escasa ventaja es motivo de preocupación para los expertos, ya que una victoria ajustada en cualquiera de los dos escaños bien podría ser objeto de impugnación legal.
Los demócratas deben hacerse con las dos sillas en liza si quieren disfrutar de la más mínima mayoría posible en la cámara alta (50 de los 100 escaños disponibles pero con el voto decisivo del vicepresidente, frente a los 46 que poseen ahora -los otros dos son de independientes-). Esta victoria les daría, además, control de los tres cuerpos legislativos del país. En cambio, el no hacerse con uno o ambos escaños, “desafiaría las esperanzas del partido de Biden de poder continuar con su agenda fiscal, lo que probablemente haría que la curva se aplanara a medida que las epectativas de un impulso del sector público a la demanda se reducen”, señalan los analistas de Rabobank.
En cambio, con 50 escaños y el voto de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, que es la presidenta de la Cámara alta, hay plenas garantías de que “se subirán rápidamente los subsidios por desempleo de 600 a 2.000 dólares, y que los paquetes de ayudas para las infraestructuras se aprobarán por la vía rápida en el primer trimestre”, indica Stephen Innes, analista de Oanda. Por la misma razón, las expectativas de apoyo de los bancos centrales (especialmente a través de una posible extensión de las compras de activos), decrecen con una doble victoria demócrata. Por el contrario, “aumentaría el riesgo de una mayor actividad de la Reserva Federal (Fed)”, si se mantienen el control de los republicanos, agregan por su parte desde Rabobank.