MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio publicado en la revista 'American Journal of Hypertension' ha concluido que las mujeres posmenopáusicas que han sufrido una pérdida de dientes tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.
Múltiples estudios han sugerido una asociación entre la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes con hipertensión, pero la relación aún no está clara. Por eso se puso en marcha este estudio, en el que se ha analizado entre 1998 y 2015 a 36.692 mujeres posmenopáusicas del 'Estudio de Observación de la Iniciativa de Salud de la Mujer' de Estados Unidos.
El estudio observó una asociación positiva entre la pérdida de dientes y el riesgo de hipertensión entre las mujeres posmenopáusicas. Específicamente, estas mujeres tenían un riesgo aproximadamente 20 por ciento mayor de desarrollar hipertensión durante el seguimiento, en comparación con otras mujeres. La asociación fue más fuerte entre las mujeres más jóvenes y aquellas con menor índice de masa corporal (IMC).
Los investigadores apuntan que existen "varias razones posibles" para justificar la asociación observada. Una posible explicación es que a medida que las personas pierden dientes, pueden cambiar sus dietas a alimentos más suaves y procesados. Estos cambios en los patrones dietéticos podrían estar asociados con un mayor riesgo de hipertensión.
El estudio sugiere que las mujeres postmenopáusicas mayores que están perdiendo sus dientes pueden representar un grupo con mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Como tales, los investigadores que participan en el estudio creen que la mejora de la higiene dental entre las personas con riesgo de pérdida de dientes, así como las medidas preventivas, como un control más estricto de la presión arterial, la modificación de la dieta, la actividad física y la pérdida de peso pueden reducir el riesgo de hipertensión.
"Estos hallazgos sugieren que la pérdida de dientes puede ser un factor importante en el desarrollo de la hipertensión. Investigaciones adicionales pueden ayudarnos a determinar los mecanismos subyacentes por los cuales se asocian estas dos enfermedades comunes", concluye el autor principal del artículo, Jean Wactawski-Wende.