Advierte de la creciente competencia de China y Estados Unidos y solicita a la UE más apoyo a la industria
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La Asociación Europea de Proveedores de Automoción (Clepa) aboga por que la producción de componentes para vehículos eléctricos se incluya en la taxonomía europea de actividades sostenibles cuando esté ligada al ensamblaje de este tipo de automóviles, con el objetivo de que tengan más facilidad para acceder a financiación.
Actualmente la producción de este tipo de componentes no es elegible como inversión sostenible, a diferencia del ensamblaje de vehículos eléctricos, algo que, a juicio del secretario general de Clepa, Benjamin Krieger, puede poner "en riesgo" la transición del sector automovilístico europeo a la electrificación, debido a una posible reducción de la inversión en I+D vinculada a estos componentes.
"Creemos que la taxonomía europea de actividades sostenibles de la Unión Europea debería reconocer el papel que juegan los proveedores de automoción (...) Esto podría reducir la financiación necesaria para la innovación y pone en riesgo el éxito de la transición", ha señalado Krieger en un comunicado.
Por otro lado, el secretario general de Clepa también ha considerado que las medidas europeas para mantener la competitividad industrial del continente son "cruciales" ante el aumento de la competencia y de la dependencia de los materiales procedentes de China.
En ese contexto, también ha resaltado que en los últimos tiempos también ha ganado terreno en la industria europea la "preocupación" por la competencia de Estados Unidos (EE.UU.).
Al respecto de esto último, Krieger ha señalado la introducción de "significativos" subsidios para la producción de baterías en Estados Unidos, así como la implementación de incentivos al consumidor para adquirir vehículos eléctricos producidos en el país.
"La UE ha tenido fuertes inversiones en el desarrollo de una cadena de suministro de baterías en los últimos años, pero varias empresas han manifestado recientemente un cambio en los proyectos de inversión de Europa a Estados Unidos. Los altos costes de la energía en la UE y los esquemas de subsidios más generosos en otros países presentan un riesgo significativo para la competitividad de la industria de la UE", ha advertido.
DEPENDENCIA CHINA
Asimismo, el directivo ha señalado que, según los cálculos de la entidad financiera Goldman Sachs, se necesitan 160.000 millones de euros en inversiones hasta 2030 entre Europa y EE.UU. para reducir la dependencia de los materiales procedentes de China, por lo que ha hecho un llamamiento a la "colaboración" entre ambas regiones.
"Clepa aprecia los importantes esfuerzos de la Comisión Europea para alinear las políticas industriales verdes de ambos lados en este sentido", ha subrayado Krieger.
En este contexto, ha recordado que la Comisión Europea está trabajando en la directiva sobre materias primas críticas, que se espera que esté lista en enero de 2023, al tiempo que también ha puesto en valor la normativa de la UE relativa a los chips, la cual ha tildado de "hito legislativo importante".
"Los Estados miembros acordaron su posición sobre la propuesta de la Comisión, acercando la adopción del reglamento el próximo año y allanando el camino para miles de millones de euros de apoyo público para proyectos en el ecosistema de semiconductores de la UE. Es un paso adelante hacia una política industrial más integral en la UE. El ecosistema del automóvil debe ser parte de la estrategia debido a que es uno de los sectores industriales clave de Europa", ha valorado.