MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El ácido oleanólico, el alfa-tocoferol y el beta-sitosterol, compuestos bioactivos presentes en el aceite de orujo de oliva, son capaces de atenuar la activación de las células cerebrales de la microglía y, a través de esa atenuación, proteger frente al Alzheimer, ha concluido un estudio del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva ORIVA.
"El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que cursa con neuroinflamación. Durante el desarrollo de la enfermedad se produce una inflamación en el cerebro que se debe a la sobreactivación de un tipo de células del cerebro, la microglía, cuya principal función es la defensa de las neuronas de posibles agresiones externas", ha explicado el investigador del CSIC que ha liderado el estudio, Javier Sánchez Perona.
De forma paralela, hasta hace algunos años, estaba instaurada la creencia de que las partículas que transportan la grasa por el cuerpo, llamadas lipoproteínas, no podían llegar al cerebro por la barrera hematoencefálica, que protege al mismo de agresiones. Sin embargo, actualmente se sabe que "en determinadas condiciones, como estrés, infecciones o estados de tipo inflamatorio, las lipoproteínas sí pueden alcanzar el cerebro", ha indicado Sánchez.
De esta manera, los investigadores partían de la premisa de que si las lipoproteínas alcanzan el cerebro pueden interactuar con las células de la microglía y que si en la dieta se incluyen aceites saludables, como el de orujo de oliva, las partículas trasladarían compuestos saludables al cerebro aunque atravesaran la barrera hematoencefálica.
"La interacción con las células de la microglía no producirá inflamación o quedará anulada por completo", ha apuntado el investigador del CSIC, que ha manifestado que, precisamente, "una de las principales estrategias de prevención del Alzheimer es reducir la sobreactivación de este tipo celular".
Padecen Alzheimer en España 800.000 personas y se producen 40.000 nuevos casos anuales. Constituye, además, la principal causa de discapacidad en mayores. No se conoce su causa, pero sí se sabe "que quienes llevan hábitos saludables están protegidos en un 40 por ciento", ha señalado el Sánchez.
DESARROLLO DEL ESTUDIO
Los científicos utilizaron para la investigación, que se ha desarrollado durante 18 meses, células de la microglía de ratones y observaron citoquinas, que son marcadores de inflamación neuronal. Está dividido en dos fases. En la primera, las células de la microglía se estimularon con lipoposacárido (LSP), mientras que en la segunda se estimularon con lipoproteínas ricas en triglicéridos (TRL).
En concreto, con la estimulación con LSP, los compuestos bioactivos del aceite de orujo de oliva redujeron la activación de la inflamación en la microglía entre un 80 y un 95 por ciento en el caso de la citoquina IL-6; un 65 por ciento en el caso de la IL-1 beta y un 50 por ciento en la citoquina TNF-alfa.
Por su parte, la estimulación con TRL redujo la activación de la inflamación en la microglía un 100 por ciento en la IL-1 beta y un 185 por ciento en la TNF-alfa. "No sólo anuló la inflamación sino que se observó más poder de protección", ha indicado el investigador del CSIC. La IL-6 no produjo resultados con interés estadístico.
El estudio "supone un hito al demostrar una hipótesis de investigación inédita hasta el momento. Lo principal es que hemos constatado que el transporte de la grasa en la dieta puede contribuir a desarrollar la enfermedad. Por tanto, podemos aprovechar estas lipoproteínas a modo de caballo de Troya para suministrar al cerebro compuestos con actividad anti-inflamatoria", ha resumido el científico.
El próximo paso de los investigadores será iniciar una serie de ensayos clínicos con personas sanas y no con pacientes de Alzheimer para ver si los resultados son replicables, ya que la investigación es "muy incipiente todavía", ha reconocido Sánchez.