Las emotivas cartas de despedida a Santi Trancho de Frank Cuesta, Melchor Miralles y Nacho Medina
Frank Cuesta, Nacho Medina y Melchor Miralles le rinden homenaje
Tres días después de la repentina y trágica muerte de Santi Trancho, sus compañeros de profesión, los que mejor le conocían, han querido publicar cartas de despedida para rendirle homenaje.
FRANK CUESTA SE DESPIDE DE SU "ÚNICO AMIGO"
El presentador de Frank de la Jungla, programa en el que llegó a aparecer Santi Trancho en alguna ocasión, le rinde un sentido homenaje al que considera su "único amigo". Frank Cuesta le dedica un emotivo texto publicado en su cuenta personal de Facebook.
"Han pasado 3 días desde la trágica noticia del fallecimiento de Santi... he llorado lo que el cuerpo me ha hecho llorar y no pienso derramar una lágrima más. Sé que él me diría: Franelas, ¡ya!. Santi era mi único amigo en este mundo y él lo sabía y por eso no dejaba de arroparme con el tema de Yuyee. Juntos creamos #FreeYuyee. Santi no era un cámara para mí, era mi amigo, y se lleva dentro muchos secretos que jamás le pude contar a otra persona. Me deja su voz, su imagen y su cariño, que estarán presentes hasta el día que me encuentre con él de nuevo", señala.
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También explica las razones por las que decidió no asistir al funeral. "La razón de no haber pillado el primer avión y asistir al funeral es muy simple: era un momento familiar y un momento muy duro. El que yo hubiese aparecido, hubiese creado un circo y hay veces en la vida que hay que saber dónde debes estar y donde no. Santi tenía junto a él a la gente que más quería y eso era lo importante. Su prima Laura le dio un mensaje mío y eso fue suficiente", destaca.
MELCHOR MIRALLES LAMENTA QUE SE HAYA IDO "DE VIAJE PARA SIEMPRE"
Por su parte, Melchor Miralles publicó su particular despedida en República. "No podía imaginar que Santi Trancho se iba a ir de viaje para siempre. Durante el último año es la persona con la que más horas he compartido, alrededor de todo el mundo, en un trabajo ilusionante, apasionado, difícil y enriquecedor", explica en su texto.
Del mismo modo, quiso resaltar su relación con Trancho y su manera de entender la vida. "Santi es quizá la persona que he conocido que más ha vivido la vida en treinta años. Se la comía. No era un mero operador de cámara. Era un tipazo con talento, ansioso por aprender, pasional, empático, divertido, curioso, observador, trabajador, disfrutón, alegre en su tristeza de hombre que sabe ver y sobrever con esa mirada inquieta y viva. Era un periodista de raza que jamás pisó un aula de periodismo. Era un hombre bueno que ni en la muerte se quedó quieto", indica.
Mucho vivido con @JungleCam y nos quedaba mas.Lo haremos como homenaje a Santi. Un disfrutón. Aprendí tanto de el. pic.twitter.com/h4xI684t2B
— Melchor Miralles (@melchormiralles) marzo 8, 2015
Santi Trancho [...] entendía que en el mundo hay muchos mundos, y que es bueno conocerlos todos, huyendo del confort desde la cuna, en una permanente huida y búsqueda de la felicidad que quizá no existe. Asumió múltiples riesgos de todo orden, se la jugó, y al final hizo bueno el dicho que nos recordaba ayer Julia, aquello que nos dijeron en Méjico tras el intento de secuestro. Si te toca, ni aunque te quites; si no te toca, ni aunque te pongas", añade.
NACHO MEDINA: "EN VEZ DE MOSCAS GRABAREMOS ÁNGELES"
Por último, su compañero periodista en 'Frank de la jungla', Nacho Medina, explica en El Mundo la aventura que supuso viajar con el cámara a Tailandia para grabar el programa. "Todo le ilusionaba, hasta el neceser que regalaban en la compañía aérea. Y yo estaba con el culo más apretado que nunca", asegura. "Grababa, se subía a la grúa de plató, tiraba los cables, montaba luces.... Quería aprender y contar. «Iñigo, me quiero ir a supervivientes». Se cogió un avión con 23 años y se fue a grabar mundo. Volvió. «Iñigo, me quiero ir a Callejeros». [...] «Iñigo, quiero a Santi». Y ahí empezó nuestra historia de amor a tres junto a un tío que estaba más loco que nosotros dos juntos", comenta.
"[...] Su pasión desmedida hizo que casi muriera atravesado por una rama que se le clavó en el corazón con tal de grabar un simple plano de tele. Era un genio y una fuerza bruta que además entendía a Frank, una gran persona que sólo se entiende con los animales. Santi era el único amigo que tenía Frank en este planeta. [...] Santi se convirtió al Frankianismo y decidió aprender más en las noches solitarias viendo Breaking Bad. «He visto un planazo subjetivo de una mosca, vamos a intentar hacerlo». Y lo hacía con nuestra bendita cámara go pro. Días después, mientras colocaba la minicámara en un lugar imposible del coche, dijo: «Este va a ser un programa de culto». No sé si fue un programa como tal, pero fue lo más entretenido que dio la televisión en esos años. Y gracias a Santi y a Frank".
"Un día en Tailandia, Santi empezó a hablar de motos. Se quería comprar una. Se la compró al volver. Y años después se despidió de ella en Twitter cuando la puso a la venta: «Tantos ratos buenos pasados juntos», decía. Luego se compró otra. Santi se comía el mundo a bocados y escupía los trozos. Vivía cada día como si fuera el último. Hace unos días tuvo un susto en coche en Turquía. Ya eran varias las veces que se había girado a verle la cara a esa cosa tan fea. Ayer en el tanatorio, su madre me dijo: «Sólo tenía un defecto: le gustaban demasiado las motos»", concluye.
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