Valor contra crecimiento

Las acciones de crecimiento prometen generar muchas ganancias en el futuro, pero a menudo generan menos que otras acciones en este momento. Las acciones de valor tienen un precio muy por debajo de lo que sus defensores consideran su valor real, o suelen estar de moda y si lo están lo suelen estar por poco tiempo bajo el concepto lo barato sale caro.

Pero más allá de esos conceptos amplios. Si miras debajo del capó, encontrarás que lo que se llama crecimiento o valor en los principales índices bursátiles puede ser tremendamente diferente y cambiar año tras año.

Los mercados han experimentado cambios importantes desde el inicio de la pandemia, con acciones cayendo y perdiendo popularidad a medida que la inflación, el aumento de las tasas de interés y las guerras en Medio Oriente y Europa del Este sacudieron los precios de los activos con notable rapidez.

Hacer apuestas en un estilo o sector en particular es una tarea arriesgada en un momento como este, especialmente si no sabes qué acciones hay en tu fondo. Como mínimo, es fundamental que comprendas lo que está comprando.

DEFINICIONES CAMBIANTES

Por ejemplo, el S&P Dow Jones, una influyente firma de análisis de mercado, realizó algunos movimientos sorprendentes en sus índices de crecimiento y valor. Basando su decisión enteramente en los duros juicios de su modelo matemático, S&P incluyó empresas de energía como Exxon Mobil y Chevron –consideradas más frecuentemente como acciones de valor– en sus índices de crecimiento para 2023.

Al mismo tiempo, concluyó que empresas de tecnología como Alphabet (Google), Amazon, Meta (Facebook) y Microsoft ya no eran acciones de “puro crecimiento”.

Estos cambios reflejaron la movilización del mercado en 2022. Las acciones tecnológicas de alto crecimiento cayeron en ventas y precio, mientras que los precios de la energía se dispararon después de que Rusia invadiese Ucrania, lo que hizo que las empresas de petróleo parecieran por un momento acciones de crecimiento, a pesar de las limitaciones impuestas por el calentamiento global.

Luego, en 2024, los índices S&P Dow Jones se revirtieron en gran medida, haciendo que las empresas de petróleo volvieran a su índice de valor y las acciones tecnológicas a su índice de crecimiento. Lo hizo porque en 2023 el mercado se había acercado más a los patrones tradicionales: un auge de la inteligencia artificial impulsaba a las empresas de tecnología y la caída de los precios de la energía debilitaba el atractivo de las acciones de las empresas de energía, al menos por un tiempo. Casi un tercio de las acciones en el índice de valor S&P 500 cambiaron, la mayor cantidad desde 2009.

LAS CONSECUENCIAS

Cuando el S&P 500 empezó a subir el otoño pasado, las acciones tecnológicas de alto crecimiento estaban entre las líderes. Supongamos que en lugar de poseer todo el S&P 500 a través de un fondo indexado, quisiera tener sólo acciones de crecimiento de alta tecnología.

Podría haberse tomado la molestia de comprar acciones individuales. Pero una manera menos lenta de captar el ascenso del mercado habría sido comprar un fondo indexado que se centrara en acciones de crecimiento, difícil porque las calificaciones de cada índice indexado y sus componentes se basan en su propia tecnología de cálculo no en una común para todos los fondos índice. Esto hace de los fondos indexados una gran caja negra en la que los emisores de los distintos fondos presentan su propia filosofía sin tener, en algunos casos, nada que ver con los otros emisores.

Por eso tienen sentido los fondos indexados que capturan todo el mercado. Dividir el mercado en categorías con fondos indexados es una forma de inversión activa. Puede que funcione algunas veces, pero puede resultar contraproducente, especialmente si no sabe qué contiene su fondo. En lugar de ello, invierta de la manera más amplia y económica posible y le llevará a la tranquilidad en sus posiciones. Nada mejor que un buen Asesor Inteligente que acompañe en todo el proceso de inversión para poder disfrutar de su dinero.