Hay muchas incógnitas sobre la mesa
Agosto ha sido el mes dedicado a los escenarios destructivos y la propagación del pánico. En mi último artículo, advertí de dejar de lado las emociones y de concentrarse solo en las tendencias de los precios. Es cierto que hay muchas incógnitas sobre la mesa, desde el empeoramiento de la guerra comercial hasta la curva de los rendimientos estadounidenses de 2/10 años que están inclinándose negativamente, la crisis del gobierno italiano, el BREXIT y la situación en Hong Kong y Argentina. También es cierto que el mercado nunca se ha derrumbado.
Una mezcla letal, donde agregamos correcciones diarias del 2-3 por ciento del S&P500 como no se veía desde hace algún tiempo.
¿Qué pasó realmente? Los mercados después de un primer momento de "perdición" debido a los tweets de Trump y las sanciones chinas, comenzaron aponer su atención en las reuniones de septiembre de los bancos centrales y la posibilidad de que la FED continuaría reduciendo los tipos y que el BCE comenzaría el TLTRO.
Reducir los tipos significa ingresar liquidez en el sistema. La FED todavía tiene 9 recortes y Trump hará lo imposible para mantener este mercado alcista hasta las próximas elecciones de noviembre de 2020.
Septiembre acaba de llegar y nos esperan muchos eventos importantes, los más relevantes serán las reuniones de FED y BCE.
También recordamos que la guerra comercial sigue siendo el motor más impactante en la tendencia del mercado. Teniendo en cuenta el deterioro de la economía mundial, es probable que la volatilidad se mantenga alta incluso en septiembre. Determinar el impacto de las guerras comerciales en el crecimiento económico y la rentabilidad corporativa no es una tarea fácil, especialmente con respecto al comportamiento de los consumidores y los negocios. El miedo a lo desconocido podría llevar un gasto menor para los consumidores y las empresas podrían reducir los gastos de capital. Este pesimismo podría conducir a una recesión y es por eso que se espera que los bancos centrales cambien sus políticas.
Mientras tanto, haremos lo mismo que hemos hecho hasta ahora: seguir el precio.
El índice S&P500 nunca ha roto los mínimos de mayo y, aunque mantendremos un alto nivel de atención ante cualquier giro repentino en el mercado, la tendencia sigue siendo alcista. La corrección a principios de agosto de menos de 300 puntos se devuelve inmediatamente, alternando días positivos y negativos, lo que indica claramente la presencia de una corrección y la formación de un rango.
Antes de hablar sobre la reversión, debemos entender si el precio podrá romper los mínimos de mayo.
La zona de soporte más fuerte está colocada en los 2830-2793 y constituye un área donde volver a comprar porque mantiene la tendencia actual, siempre que el precio respete dicha zona y ofrezca un buen giro al alza. La siguiente zona se encuentra entre los 2737 y los 2727. Una pérdida de esa área, anularía los mínimos crecientes y podríamos asistir a caídas más violentas y más fuertes.
Hasta que los 2700 se mantengan semanalmente, nunca podremos dejar de lado la hipótesis de nuevos máximos históricos en el índice. De lo contrario, todas estas áreas anteriormente mencionadas, constituirán siempre puntos óptimos para buscar ingresos al alza. Por debajo de 2700 será necesario elevar el nivel de atención porque el precio apuntará a 2624 y, desde allí, la tendencia puede iniciar una nueva reversión a medio plazo. Así como revertir hacia arriba. Todo dependerá del aumento de la volatilidad y de la presencia de ventas masivas (sell off). Tampoco no tenéis que asustaros frente a una corrección del 10 por cien, solamente lo que hemos dicho anteriormente: tener alto el nivel de atención. El pánico sirve a comprar a precio más baratos y a confundir los operadores.
Al alza necesitamos una rotura y mantenimiento semanal de los 2950, primer objetivo en los 2978. De aquí apuntaremos a los 3015-3022, zona la cuya rotura abre la puerta a nuevos máximos históricos.
Esta semana tenemos una serie de eventos macroeconómicos muy importantes. El viernes, el informe del mercado laboral de Estados Unidos es el protagonista de la semana. Hasta ahora, el mercado laboral se ha mantenido como uno de los puntos fuertes de la economía estadounidense y, si lo fuera, podría haber menos incentivos para una flexibilización agresiva de la Reserva Federal.