A priori, los efectos económicos no serán suaves
Durante casi tres años China ha estado cerrada al mundo por su política “Covid Cero” que concluyó el ocho de enero. ¿Qué supone para la economía mundial la apertura del gigante asiático?
A priori, los efectos económicos no serán suaves. Pese a la posibilidad de que las autoridades chinas den marcha atrás y vuelvan a cerrar ciudades, en cuyo caso la economía china se contraería en el primer trimestre, lo más probable es que la actividad económica rebote y aumente junto con la demanda de bienes, servicios y materias primas.
La reapertura de China probablemente suponga el evento más importante de 2023 para la economía mundial ya que por sí sola es capaz de impulsar la mayor parte del crecimiento económico que se vaya a dar este año.
El fin de este aislamiento autoimpuesto supondrá un impulso para los sitios que dependan del gasto chino. Los economistas calculan un incremento del PIB en Hong Kong que rondaría el 8%.
Los exportadores de materias primas se frotan las manos ya que China compra un quinto del total del petróleo mundial y casi la mitad del cobre, níquel y zinc y más de tres quintas partes del mineral de hierro global.
¿Es beneficioso para la economía mundial?
En general, la recuperación de China no se va a traducir sólo en un mayor crecimiento sino también en una mayor inflación y por ende en mayores tipos de interés. Los bancos centrales ya están subiendo tipos a un ritmo frenético para combatir la inflación y si la reapertura de China aumenta la presión sobre los precios tendrán que mantener esta política económica durante más tiempo. Los países importadores de materias primas, donde se encuentras las economías occidentales, son a los que más puede afectar.
En lo que respecta a Europa en particular, durante la política de “Cero Covid” la demanda de gas por parte de China se redujo drásticamente ayudando a que el coste de llenar en 2022 las reservas de gas europeas fuese menor de lo a priori esperado por la guerra en Ucrania. Esta situación de cara a 2023 se vuelve una incógnita ya que entra en el mercado un consumidor de cierta entidad.
Sólo podemos esperar a ver los efectos reales a la economía mundial, pero si alguien esperaba que este 2023 fuese un año más tranquilo para los mercados que su antecesor ya puede irse olvidando.