Es crucial tener en cuenta cómo se va moviendo el dinero dentro del espacio cripto
Imaginemos el mercado de criptoactivos como si se tratase de un mercado de abastos, donde podemos encontrar proyectos cripto en los que invertir como si fueran hortalizas, carnes o pescados. Del mismo modo que estos productos frescos tienen una “temporada” concreta durante el año, como las setas con la llegada del otoño, hay criptomonedas que tienden a tener impulsos alcistas en momentos específicos.
En el contexto cripto esas temporadas no las marca las lluvias o el sol sino la criptomoneda más popular, la primera y la que cuenta con mayor capitalización de mercado: Bitcoin. De hecho, Bitcoin es tan particular y diferente al resto de criptoactivos y su liderazgo es tan influyente que a todo el resto de monedas también se las puede denominar como “altcoins”, (moneda alternativa en inglés). Por eso, para muchos hay dos categorías claras en el espacio cripto: Bitcoin y... todo lo demás. Aunque esta segmentación tan categórica pueda llevar a pensar que esos otros proyectos son inferiores a Bitcoin, lo cierto es que, en valor acumulado, suman más que Bitcoin. De hecho, la rentabilidad de alguna de ellas ha sido escandalosamente superior a Bitcoin en 2021.
Volviendo a la relación de dinero invertido por proyectos y tokens, el índice de dominancia de Bitcoin, muestra el porcentaje del mercado cripto que está invertido en Bitcoin respecto a todo lo demás. Hay que tener en cuenta que Bitcoin suele ser la puerta de entrada al mundo cripto de los inversores. O lo que es lo mismo, la gran mayoría del dinero que entra por primera vez en en esta industria se va a Bitcoin. Cuando sucede esto, la dominancia de Bitcoin es muy alta y mientras sube su cotización, la del resto de monedas se paraliza o incluso disminuye.
Una vez los inversores consideran que han conseguido un beneficio interesante con Bitcoin, el dinero fluye a otros criptoactivos. Empieza con los proyectos de mayor capitalización (como por ejemplo, Ethereum, Cardano, Solana, Polkadot) y sigue hasta llegar a las altcoins de menor capitalización, donde la volatilidad es mucho más alta. Cuando se realizan las ventas de Bitcoin y pasan a las altcoins, estamos hablando de “altseason” o temporada de monedas alternativas y no tiene una duración determinada. Terminará cuando el flujo de dinero vuelva de nuevo a Bitcoin. Como es lógico, cuando los inversores ponen su mirada (y su dinero) en las altcoins inaugurando el altcoin season, la valoración de estas monedas entra en una dinámica alcista y aumentan considerablemente ofreciendo altas rentabilidades.
¿Estamos en temporada de altcoins? La dominancia de Bitcoin ahora mismo se encuentra cerca del 45% y todo apunta a que seguiremos viendo un crecimiento de dicha dominancia si llegan nuevos inversores al mercado cripto, atraídos por las noticias positivas como son la reciente aprobación de los ETF basados en futuros por la SEC este mismo mes de octubre. Por lo tanto, habría que esperar a un nuevo retroceso en la dominancia para ver cómo el dinero pasa a otros proyectos como Ethereum y así sucesivamente, de mayor a menor capitalización de mercado.
Es crucial tener en cuenta cómo se va moviendo el dinero dentro del espacio cripto ya que más allá del análisis fundamental que hagamos de cualquier proyecto, Bitcoin sigue siendo actualmente la referencia para realizar análisis técnico de posibles fluctuaciones de precio en el corto y medio plazo. Aunque conocer este tipo de comportamiento en la industria cripto nos puede ayudar a entender el porqué de algunos impulsos alcistas o correcciones, es importante recordar que es muy difícil intentar tomarle el pulso a este mercado. En este sentido, una inversión pensando en el largo plazo siempre es recomendable ya que ayudará a mitigar los riesgos debido a su naturaleza altamente volátil.