Por considerar que sus publicaciones puedan "incitar a la violencia", tras el asalto al Capitolio
Donald Trump ya no puede tuitear. La red social de Jack Dorsey ha desarmado al corrosivo presidente saliente de EEUU, que ha hecho política durante su legislatura a golpe de tuit. Tras el caos vivido en el Capitolio, la red social decidió suspender de forma permanente la cuenta del republicano... y sus títulos se han resistido tras ello (-6,43% en Wall Street).
La suspensión tuvo lugar el pasado viernes, dejando así en el dique seco a la cuenta de Trump, que hasta el momento contaba con más de 88 millones de seguidores, y ayudó al presidente a alimentar las teorías del fraude electoral y, posteriormente, arengar a sus partidarios, que acabaron asaltando el Capitolio.
"Tras una revisión detallada de su cuenta y el contexto que gira en torno a ella, hemos decidido suspenderla por el riesgo a que incite a la violencia", explicó la red social en un comunicado. Esto se sumó a la suspensión de la cuenta de Trump en Facebook, pero durante las dos semanas que le quedan en la Casa Blanca (por lo menos).
El destierro de Trump en las redes sociales más populares ha impulsado el crecimiento de Parler, otra aplicación que está actuando como 'escondite' de sus partidarios, y a la que las FAANG le han declarado abiertamente la guerra.
Alemania y Francia no se han tomado especialmente bien la medida impuesta por Twitter, que la canciller germana, Angela Merkel, ha calificado directamente de "problemática", según informa MarketWatch. En esa misma línea de pensamiento se mueven los galos, según apunta Bloomberg.