La compañía está obligada a responder numerosas preguntas sobre la automatización del vehículo
La inteligencia artificial aplicada a los vehículos se ha cobrado la primera víctima. Joshua Brown, el dueño de un Tesla Model S, de 40 años y nacido en Ohio, murió cuando su coche se metió debajo del remolque de un camión en Florida. Brown estaba viendo Harry Potter mientras el coche tenía activado el piloto automático y conducía muy deprisa.