Las tecnologías que revolucionarán nuestra vida y que son una oportunidad de inversión
Los productos estudiados por BofA tienen un tamaño de mercado de 330.000 millones de dólares
La tecnología es el presente y el futuro más inmediato. Comparándola con hace unos años, los avances que nos proporciona este sector caducan cada vez antes. No hay más que ver la durabilidad de los ‘smartphones’, por poner un ejemplo. Ante esta evolución, Bank of America (BofA) pone el foco sobre 14 productos y servicios que pueden revolucionar nuestras vidas y que también pueden ser una oportunidad de inversión.
Según el informe remitido por la entidad, estas tecnologías que centran el interés de sus expertos tienen un tamaño de mercado actual de 330.000 millones de dólares, pero estiman que pueden alcanzar los 6,4 billones en la próxima década.
EL NEGOCIO DEL 6G VALDRÁ MÁS DE 1 BILLÓN DE DÓLARES EN 2035
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Una de las primeras que hay que destacar es el 6G. Cuando todavía no se ha llegado a implantar de forma generalizada el 5G, la actualización de esta tecnología puede permitir velocidades de descarga de entre 400 Gbps y 1 Tbps. Así, podría permitir la implantación real de los coches autónomos, puesto que generarán hasta 4 Tb de información cada día, casi tanto como 3.000 usuarios de internet, según datos de Intel que recoge BofA en su informe.
Pero sus aplicaciones van más allá. Las telecomunicaciones, en general, mejorarán con esta tecnología, puesto que la información se transmitirá más rápido, así como la medicina, la industria y los videojuegos, que también verán incrementadas sus posibilidades.
Los expertos de Bank of America estiman que el reemplazo del 5G se hará en unos seis o siete años y prevén que tenga un tamaño de mercado de 1,77 billones de dólares en 2035.
En relación con el 6G, las interfaces cerebro-ordenador y la inteligencia artificial emocional (EIA, por sus siglas en inglés) son dos formas de aplicar los avances directamente en los seres humanos, ya sea física o afectivamente. En el caso de la primera, se trata de dispositivos que permitirán a personas y animales conectar con el mundo externo y viceversa. Sus aplicaciones se centran en el mundo del videojuego y el ámbito miliar.
Por otro lado, la EIA pretende simular los pensamientos y sentimientos humanos. Esta tecnología permite recoger, analizar y responder a variedades de datos y situaciones completamente nuevas y predecir o simular el pensamiento humano, llevando a las personas a actuar.
AVANCES EN EL SECTOR DE LA SALUD
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En el caso del sector de la salud, también existen avances que se pueden aprovechar para la inversión. Por un lado está la biología sintética y los humanos biónicos. El primero pretende, mediante el estudio y la combinación de características de la biología molecular, la genómica, la química, la ingeniería, el aprendizaje automático y la informática, conseguir biomoléculas que no se pueden obtener mediante métodos tradicionales. El objetivo es producir microorganismos programables.
Esta rama, con aplicaciones en la medicina, pero también en la ingeniería, la agricultura o el sector aeroespacial, tiene un potencial crecimiento hasta los 34.510 millones de dólares en 2026, según BofA.
Los humanos biónicos, que pueden parecer algo propio de ‘Yo Robot’, están más cerca de materializarse de lo que se piensa. Se trata de implementar elementos tecnológicos que mejoren las capacidades de las personas. En 2020, por ejemplo, unos científicos en Bélgica consiguieron conectar un iris artificial a unas lentes de contacto inteligentes que corregían los defectos visuales, mientras que este 2021 ha sido el año en el que en Israel se han implantado córneas sintéticas a un hombre con ceguera bilateral. En este sentido, los analistas de Bank of America tienen unas previsiones de que obtendrá un tamaño en el mercado de 206.900 millones de dólares.
En el ámbito de la ciencia humana, para finalizar, está uno de los objetivos que más han perseguido las personas en este ámbito, la inmortalidad. Con los avances en salud, biotecnología y fármacos, se puede llegar a conseguir. De hecho, Ray Kuzweil, director de ingeniería de Google, sostiene que “llegaremos a un punto alrededor de 2030 en el que las tecnologías médicas añadirán un año más a la esperanza de vida... y no me refiero a la esperanza de vida basada en la fecha de nacimiento, sino a la esperanza de vida restante". Este campo estará valorado en 20.000 millones de dólares, según la entidad bancaria americana.
CARGA INALÁMBRICA Y HOLOGRAMAS
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Sobre las tecnologías de consumo, el informe se centra en dos que ya tienen una implantación general en la vida cotidiana. Cada vez son más los dispositivos que tienen carga inalámbrica. De hecho, algunos coches vienen preparados en este sentido con una bandeja específica donde poner el ‘smartphone’. Esta es una oportunidad de negocio como la de los vehículos eléctricos, solo que sobre esta última los expertos se centran en aquellos con capacidad de despegue y aterrizaje vertical como opción de movilidad alternativa. En este sentido, se aventuran a predecir que en 2023 se conseguirá la primera certificación para un uso comercial, mientras que en 2035 el negocio valdrá 240.000 millones de dólares.
Los hologramas son otra opción de las planteadas. En la actualidad, se usan en televisión para entrevistas a distancia, pero la intención es llevar las reuniones telemáticas a otro nivel. Por último, el universo virtual en el que se desarrollará la futura iteración por Internet, es otro de los servicios, dentro de este campo, con gran potencial que destacan los analistas. “Podría comprender innumerables mundos virtuales que interoperen entre sí así como con el mundo físico, y transformar mercados como el del juego, el comercio minorista, el entretenimiento, etc.”, destacan.
El informe concluye con las tecnologías verdes, aquellas que buscan descarbonizar el mundo para que sea más sostenible. El avance de las baterías para no depender de los combustibles fósiles, la investigación de la captura y el almacenamiento del carbono o la minería verde, son tres de las líneas que desde Bank of America sostienen que tienen gran potencial en esta década. Asimismo, el OceanTech, que busca aumentar la sostenibilidad de la economía oceánica, es otro de los grandes retos que son una oportunidad, según el informe.
Pese a todo lo expuesto, advierten que hay tres riesgos clave que pueden frenar la adopción de todos estas investigaciones, como son el desarrollo lento de la tecnología y la ciencia, los costes prohibitivos que impidan su acceso y las normativas que las limiten.
