La red social cerró el último trimestre de 2017 con un millón de usuarios menos en Estados Unidos y Canadá que en el trimestre pasado
A sus 14 años de vida, Facebook está lejos de ser un adolescente descerebrado. La creación de Mark Zuckerberg ha crecido y ha madurado, quizás más de lo que quisiera. Los millennials convirtieron a la red social en su casa virtual, pero las nuevas generaciones parecen no encontrar el mismo atractivo que sus padres y abuelos, atractivo que sí tienen para ellos redes como Instagram o Snapchat.
La red social cerró el último trimestre de 2017 con un millón de usuarios menos en Estados Unidos y Canadá que en el trimestre pasado. Es decir, por primera vez retrocedió su masa de usuarios. Las noticias no son mejores viendo el retroceso de 50 millones de horas cada día que han disminuido las sesiones de los usuarios a la red social. Menos usuarios y menos tiempos no son buenas noticias, aunque el equipo de Mark Zuckerberg se defiende que es sólo el efecto de sus últimas políticas y acciones y que el retroceso no afectará a sus resultados.
El problema para Facebook es que este contenido cualificado parece no gustar a todo
Facebook le ha declarado la guerra a las ‘fake news’. La compañía lucha contra el contenido falso que aprovecha el alcance de esta red para popularizarse, pero no es el único contenido que desagrada a Zuckerberg. La gran red social no quiere que sus usuarios se pierdan entre vídeos de gatitos y caídas graciosas. La responsabilidad social de la empresa le ha llevado a perseguir que los usuarios tengan a su alcance el mejor contenido de su red, alejándose del ruido de los virales de moda. El problema para Facebook es que este contenido cualificado parece no gustar a todos.
El giro en la comunidad de usuarios de Facebook también se ha hecho notar en bolsa. Los títulos de la compañía estadounidense han llegado a caer un 11% desde la publicación de los resultados el 31 de enero, aunque en las últimas jornadas el valor ha recuperado parte de lo perdido.
Según eMarketer, Snapchat tendrá en 2018 más usuarios de entre 12 y 24 años que Instagram o que Facebook. La app de los mensajes efímeros está arrasando entre el público adolescente y juvenil que puede acabar por sacarle del pozo en el que lleva desde Instagram lanzara sus ‘Stories’. La forma de interactuar en Instagram y Snapchat es mucho más directa que en Facebook gracias a formatos más sencillos que se han popularizado gracias a la personalización a través de filtros y complementos. La cultura del consumo rápido de contenidos hace más populares a los aspirantes al trono de la gran red social.
LA AMENAZA ESTÁ EN CASA
Por suerte para Facebook sigue reinando con puño de hierro y sus amenazas dan menos miedo al estar dentro. WhatsApp, Instagram, Messenger… las grandes apps de la compañía ocupan los primeros puestos de usuarios activos y descargas a escala mundial. Además, Facebook tiene suficiente potencia en su negocio de publicitario para absorber la caída de usuarios activos, como ha demostrado este último trimestre.
La buena noticia para la compañía es precisamente esta: los usuarios siguen en su red; lo malo para su gran red social matriz es que los usuarios cada vez quieren aplicaciones más especializadas. Por ello usan WhatsApp como mensajería oficial, Messenger para charlar con los amigos más cercanos y sus familiares, el muro de su perfil en Instagram como álbum de fotos e Instagram Stories a modo de chat multimedia con el que compartir momentos sencillos del día a día.
Por todo esto, Facebook sólo ha podido encontrar su punto diferencial en convertirse en la gran red de información, y en esta apuesta las ‘fake news’ no tienen cabida. Movimientos como Facebook Instant Articles intentan atraer a los medios de comunicación y sus contenidos para que se integren de forma directa, pero no todas las novedades de la compañía le han gustado a los grandes grupos de comunicación.
Facebook y Google han dado popularidad a fuentes de noticias falsas a través de sus algoritmos
Rupert Murdoch, el magnate de los medios de comunicación que está al frente de News Corp, editora de 'The Times' o 'The Wall Street Journal', entre otros, ha sido uno de los últimos en alzar la voz. "Facebook y Google han dado popularidad a fuentes de noticias falsas a través de sus algoritmos que son rentables para estas plataformas pero inherentemente poco confiables. El reconocimiento de un problema es un paso en el camino hacia la cura, pero las medidas correctivas que ambas compañías han propuesto hasta ahora son inadecuadas, comercial, social y periodísticamente", afirmaba hace unas semanas.
"Si Facebook quiere reconocer a los editores 'de confianza', entonces debería pagar a los editores una tarifa de transporte similar al modelo adoptado por las compañías de cable. Los editores obviamente están mejorando el valor y la integridad de Facebook a través de sus noticias, pero no están siendo recompensados adecuadamente por esos servicios. Los pagos de transporte tendrían un impacto menor en las ganancias de Facebook, pero un gran impacto en las perspectivas de editores y periodistas", sentencia el magnate de los medios.
De conseguir el giro hacia la especialización e interconexión de todas las apps de la compañía, el segundo reto de Facebook será lograr monetizar redes como las de WhatsApp o Messenger con poca o nula carga publicitaria o servicios de pago.