La fabricante finlandesa lanza al mercado un nuevo modelo para volver a hace 20 años
20 euros por un Nokia. Es todo lo que se necesita este verano para desconectar del trabajo. Así lo asegura la fabricante de teléfonos inteligentes finlandesa con su nuevo modelo: el Nokia 105. Este smartphone es la cumbre del minimalismo desde su aspecto exterior hasta sus funciones.
Vuelta a lo básico. Es la propuesta de Nokia con su 105. Para ello, presenta este modelo con una pantalla de 1,77 pulgadas que palidece en comparación con la de los teléfonos a los que estamos acostumbrados (como las 6,5 pulgadas del Galaxy S10+ o del iPhone XS Max). Ni siquiera es táctil. Tampoco se conecta a Internet. Es toda una vuelta a hace 20 años.
Solo sirve para mandar SMS y realizar llamadas. Para ello, permite almacenar hasta 500 mensajes de texto y unos 2.000 contactos. Y pone al servicio del usuario una batería maratoniana: hasta 26 días. Ideal para unas largas y merecidas vacaciones.
Ahí no acaba la cosa. También incluye una radio FM/AM y una aplicación de juegos para pasar el rato. Y una linterna. ¿Para qué más?
NOKIA FRENTE AL TELÉFONO MÓVIL 'TONTO'
Los finlandeses no son pioneros. La idea de viajar al pasado para desconectar del apabullante mundo actual ya la han tenido otras compañías antes. Como la 'startup' estadounidense Light, con sede en Brooklyn y fundada por Joe Hollier y Kai Tang.
Su premisa es muy sencilla: por 121 euros te venden "un teléfono inteligente bastante tonto". Solo da la hora y sirve para hacer llamadas, simplificando aún más la idea de Nokia.
El objetivo es aprovecharse de la creciente generación 'tech free'. Y es que en la cuna de las tecnológicas, Silicon Valley, poco a poco emergen familias que crían a sus propios hijos en un entorno libre de tecnología, conscientes de los problemas que pueden causar los mismos dispositivos que algunas de ellas crean y perfeccionan.
España es adicta al teléfono móvil. Tres de cada cuatro españoles reconocen que no podrían vivir sin este dispositivo. La mitad, confiesa que mirar su 'smartphone' es lo primero y lo último que hacen cada día. Y todo, dentro de un contexto en el que el 81% de la población española lo utiliza, por lo que su nivel de penetración es especialmente alto.