El país asiático solo permitirá a los menores jugar tres horas a la semana a la videoconsola
China va en serio. Este miércoles, algunos reguladores del país asiático han pedido a las compañías adherirse a las recientes limitaciones sobre el tiempo de juego de los menores chinos. Además, les han ordenado dar un paso adelante para reforzar el control (y censura, si fuese necesario) de sus contenidos.
De no hacerlo, las empresas afrontan castigos severos, según estos organismos. Su ultimátum se ha dejado sentir rápidamente en el parqué, con Tencent cayendo un 6,7% y NetEase otro 7,7%.
Otras empresas menos conocidas del sector, como Bilibili y Kuaishou Technology, también han caído un 6,8% y un 6,3%, respectivamente, dado que buena parte de sus ingresos proceden también de la industria del videojuego. Estos duros retrocesos en bolsa tienen lugar después de una leve recuperación del sector, sobre el que pesaban más las valoraciones baratas y su buen trimestre en cuanto a beneficios que la incertidumbre legislativa.
Todo empezó el mes pasado, cuando un medio de comunicación estatal cargó contra el presunto impacto negativo de los videojuegos sobre la gente joven, afirmando que era una especie de opio para ellos que generaba adicción.
Aquel día las grandes desarrolladoras se hundieron un 10%. En los tres últimos meses, el panorama no es mucho mejor y es que Tencent y NetEase se desploman un 18% y un 20%, respectivamente.