Los ataques cibernéticos y el robo de los datos personales de los conductores son algunos de los riesgos
El secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), Erik Jonnaert, ha alertado de los riesgos que trae consigo el coche conectado, como, por ejemplo, los ataques cibernéticos y el robo de los datos personales de los conductores, por lo que reclama que se implementen mecanismos adecuados de ciberseguridad.
En un comunicado, ha destacado que, si no se abordan los riesgos cibernéticos de la manera correcta, las interfaces de los vehículos conectados pueden utilizarse para "explotar" las vulnerabilidades del coche automatizado y autónomo. De este modo, ha defendido la necesidad de limitar el número de interfaces que incorporen dichos vehículos, ya que, a mayor número, se le ofrece al "pirata informático" más puntos de entrada al automóvil.
"ACEA cree que los datos generados por el vehículo conectado solo deben compartirse con terceros si el acceso se proporciona de manera segura. Permitir el acceso directo a los datos del automóvil, por ejemplo, plantea serios riesgos de seguridad y protección tanto para el vehículo como para sus ocupantes", ha apuntado Jonnaert.
6 claves de ciberseguridad para la automoción
Ante esto, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles y sus 14 compañías miembro han identificado un paquete conformado por seis "principios clave" de ciberseguridad para la industria de la automoción: generar cultura en ciberseguridad, adoptar un ciclo de vida de ciberseguridad para la fabricación de vehículos, evaluar las funciones de seguridad a través de distintas fases de prueba, crear una política actualizada de seguridad y mejorar el intercambio de información entre los actores del sector.
No obstante, el secretario general de la ACEA también ha mostrado el lado más positivo del mundo digital, subrayando que los vehículos del futuro serán capaces de detectar su entorno y circular a través de las ciudades sin intervención humana.
"Sin duda, estos avances aumentarán el confort y la comodidad para los conductores, y ayudarán a mejorar los vehículos y los servicios de movilidad. Además, contribuirán a lograr objetivos como mejorar la seguridad vial, reducir el consumo de combustible y de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), así como a mejorar la calidad del aire y a facilitar una mejor gestión del tráfico", ha concluido.