MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Una ballena fósil recientemente descrita representa una nueva especie y un paso importante en la evolución de la locomoción de ballenas, según paleontólogos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.
Los restos fosilizados de 'Aegicetus gehennae' fueron recuperados en el desierto egipcio en 2007 y datan de hace unos 35 millones de años. La criatura parece que se adaptó bien para nadar a través de la ondulación del medio cuerpo y la cola, algo así como los cocodrilos nadan hoy, explica el paleontólogo de la Universidad de Michica Philip Gingerich un artículo publicado en la revista 'PLOS ONE'.
El registro fósil de la evolución de las ballenas sigue la transición de los ancestros que habitaron la tierra a los cetáceos que habitan en el océano. Los protocetidos son un grupo de ballenas semiacuáticas tempranas conocidas desde mediados del Eoceno, una época geológica que comenzó hace 56 millones de años y terminó hace 33,9 millones de años. Se han encontrado restos de protocetidas en África, Asia y las Américas.
Si bien las ballenas modernas son totalmente acuáticas y usan sus colas para propulsarse a través del agua, se cree que la mayoría de los protocétidos han sido semiacuáticos y nadaban principalmente con sus extremidades.
En su artículo, Gingerich y sus colegas describen un nuevo género y especie, 'Aegicetus gehennae', el primer protocetido del Eoceno tardío. Su forma corporal es similar a la de otras ballenas antiguas de su tiempo, como el famoso 'Basilosaurus'.
Los investigadores sugieren que un estilo de natación ondulatorio podría representar una etapa de transición entre la natación impulsada con las extremidades de las ballenas tempranas y la natación impulsada con la cola de las ballenas modernas.
"Las primeras ballenas protocetidas que vivieron hace 47 a 41 millones de años eran nadadores con las extremidades. Más tarde, comenzando hace unos 37 millones de años, las ballenas se convirtieron en nadadores con cola", explica Gingerich, profesor emérito del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la UM curador emérito en el Museo de Paleontología de la UM.
"Esta ballena fósil recientemente descubierta, 'Aegicetus', era intermedia en tiempo y forma y era funcionalmente transicional al tener la columna vertebral más grande y poderosa de un nadador de cola", añade Gingerich, que también es profesor emérito de ecología y biología evolutiva y de antropología.
Los huesos fosilizados fueron descubiertos en el yacimiento del Patrimonio Mundial de Wadi Al Hitan, en el desierto occidental de Egipto.
'Aegicetus' es el protocétido más joven conocido y se conoce a partir de un esqueleto excepcionalmente completo (aproximadamente dos tercios de los huesos del individuo fueron recuperados) y un segundo espécimen parcial, lo que lo convierte en una de las ballenas antiguas mejor conservadas.
Se cree que el espécimen mayormente completo fue un macho que nabría pesado unos 900 kilos en vida y habría medido unos tres metros y medio de largo.
En comparación con las ballenas anteriores, 'Aegicetus tiene un cuerpo y una cola más alargados y patas traseras más pequeñas, y carece de una conexión firme entre las patas traseras y la columna vertebral. Estas adaptaciones indican un animal que era más completamente acuático y menos nadador que sus antepasados.
Los fósiles originales se han mantenido en el Museo de Paleontología de la UM para su estudio, pero pronto serán devueltos al Museo de Geología Egipcia en El Cairo.
Wadi Al Hitan, o 'Valle de las Ballenas', es un yacimiento del Patrimonio Mundial de la UNESCO muy conocido por producir esqueletos completos y casi completos de ballenas prehistóricas. En 2007, se encontró un esqueleto parcial de 'Aegicetus' erosionándose de los sedimentos en la parte oriental del sitio del Patrimonio Mundial. Más tarde ese año, se localizó un esqueleto mucho más completo.
La investigación en Egipto fue patrocinada por el Museo Geológico Egipcio, la Agencia Egipcia de Asuntos Ambientales, la Autoridad Egipcia de Recursos Minerales, el Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y la Sociedad Geográfica Nacional, en ella han participado también investigadores de la Agencia Egipcia de Asuntos Ambientales y del Servicio Geológico de Arabia Saudita.
Las muestras descritas en el documento se recogieron y estudiaron siguiendo los protocolos descritos en un memorando de entendimiento tripartito entre el Servicio Geológico Egipcio y la Autoridad Minera, la Agencia de Asuntos Ambientales de Egipto y la Universidad de Michigan.