Millones de personas quedan "atrapadas y hambrientas" en los slums del mundo, según Manos Unidas

Europa Press | 24 abr, 2020 20:27
ep un joven pasea por un slum
Un joven pasea por un slumManos Unidas

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Millones de personas han quedado "atrapadas y hambrientas" en los slums --las grandes barriadas que crecen sin orden en torno a muchas ciudades de los países más empobrecidos del mundo--, debido a las medidas de confinamiento decretadas por los gobiernos por la pandemia del coronavirus COVID-19, según ha alertado la ONG de la Iglesia católica Manos Unidas.

"Voy a los barrios marginales todos los días para hacer el trabajo de socorro y no hay un día que no llore al ver a niños hambrientos, familias enteras sin comer", comenta el padre Rolvin de Mello, salesiano, director ejecutivo del centro Don Bosco en la ciudad de Bombay (India). Según señala, "el virus se está propagando muy rápidamente y con la densidad de la población que hay en India, especialmente en los slums, no hay forma de que alguien pueda respetar el distanciamiento social o las medidas de la cuarentena".

Según ONU Habitat, en estos asentamientos informales y barrios marginales viven alrededor de mil millones de personas que, diariamente, se enfrentan a graves carencias de agua, saneamiento, gestión de residuos o asistencia médica, entre otros. En estos momentos de confinamiento, las personas atrapadas en estas barriadas no pueden salir a buscar el sustento diario, "por lo que el hambre y la violencia empiezan a dejarse sentir en las calles y callejones", según señala Manos Unidas, que trabaja en muchas de estas barriadas en distintos países de África, Asia y América Latina.

Además, añade que la escasa superficie de las viviendas de estas áreas, habitáculos de 20 o 25 metros cuadrados en los que pueden habitar hasta 10 personas, "dificultan sobremanera la posibilidad de guardar las distancias de seguridad recomendadas o que las personas puedan permanecer en sus casas".

La hermana Mary Kileen, directora del Mukuru Promotion Centre (MPC) y socio local de Manos Unidas en Kenia, expresa, desde Mukuru, uno de los slums de Nairobi, su preocupación por el daño que la crisis del coronavirus está haciendo a los habitantes del slum: más de 600.000 personas que, de la noche a la mañana, se han visto sin ingresos y sin posibilidad de conseguirlos.

La mayoría de estas personas son trabajadores ocasionales que reciben su paga diaria o semanal y que se dedican a trabajos informales como el servicio doméstico y el lavado de ropa. Son también conductores, guías turísticos informales, repartidores, trabajadores en hoteles y restaurantes. "Y, el 16 de marzo, inesperadamente, se les dijo que ya no había trabajo, que se fueran a sus casas. Y se quedaron sin ingresos en un país en el que no hay ningún tipo de ayuda social ni para el desempleo", explica la religiosa irlandesa.

En los asentamientos urbanos de las periferias de la Ciudad de Guatemala y municipios aledaños, donde malviven más de millón y medio de personas, también están notando las consecuencias de la pandemia. Según el religioso español Jesús Rodríguez, misionero en Guatemala desde hace más de 50 años, "las recomendaciones sanitarias dadas a una población que vive el día a día de la calle y, en muchos casos, en la calle, pueden ser muy difícilmente acatadas por la mayor parte de la gente".

Ademas, ha advertido de que situaciones como esta del coronavirus, amenazan seriamente la salud mental y la seguridad, especialmente de las mujeres. "Solo en el último mes, los medios de comunicación han informado de 98 mujeres desaparecidas y de 25 que han abandonado el hogar por violencia intrafamiliar", informa.

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