Los niños pueden aprender Matemáticas envolviendo regalos, decorando el árbol o haciendo la compra navideña

En este sentido, señala que la Navidad no sólo es momento para que los niños se despierten más tarde y pasen horas frente a la pantalla del televisor viendo películas típicas de esta época del año, sino que las tradiciones propias de esta festividad permiten acercarles las matemáticas de una forma "distinta", a través de ejercicios en los que ponen en práctica los conocimientos adquiridos en la escuela "sin lápiz ni papel".

El objetivo de esta iniciativa es que los niños relacionen las matemáticas con situaciones que forman parte del día a día de la Navidad, las vean "más atractivas" y puedan identificarlas con conceptos concretos.

"Estos días festivos contamos en casa con multitud de elementos que guardan una estrecha relación con los números, sólo hay que identificarlos y convertirlos en recursos didácticos de una forma original", señalan desde Smartick.

En concreto, expertos de la compañía proponen un amigo invisible entre la familia para que los niños aprendan a doblar el papel de regalo a la vez que construyen formas geométricas; o decorar el árbol siguiendo una secuencia lógica de elementos decorativos, cuya complejidad aumenta en función del número de elementos que compongan esa secuencia.

Además, aconsejan reforzar el cálculo al hacer la compra navideña, implicando a los niños en la compra de la comida de Nochebuena y Nochevieja, para situarles en un contexto donde manejar buenas habilidades de cálculo para "no pasarse en las cantidades y ahorrar lo máximo posible".

Otra de las opciones que propone la empresa es completar un calendario de adviento matemático, con el objetivo de que los niños resuelvan un desafío numérico cada día del calendario para conseguir la chocolatina. En este caso, también es importante ir un paso más allá de las clásicas actividades de clase y diseñar retos en los que tengan que usar elementos del hogar, como formar figuras geométricas con objetos de casa; dividir un litro de agua en varios vasos y contar qué cantidad hay en cada uno; o medir una habitación para calcular su área.

Por último, Smartick propone practicar habilidades de programación, ya que, a su juicio, la gamificación permite a los niños divertirse a la vez que aprenden y el 'coding' hace que descubran una nueva aplicación de los números que no siempre trabajan en la escuela. Un soporte no convencional para hacer más atractiva esta materia son, según asegura, los juegos de mesa, que además ponen en práctica habilidades como el trabajo en equipo.