MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La Conferencia Episcopal Española (CEE) dará "previsiblemente" unas "sugerencias" a los obispos ante el plan de desescalada en la lucha contra el coronavirus COVID-19 presentado por el Gobierno, del mismo modo que hizo cuando se decretó el Estado de Alarma, según han informado a Europa Press fuentes de la Conferencia Episcopal Española.
Este miércoles 29 de abril se han reunido de forma telemática los obispos miembro de la Comisión Ejecutiva de la CEE, que está presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. Las sugerencias que se den desde la CEE servirán a los obispos para ofrecer a los fieles de sus diócesis sus propias indicaciones ante la desescalada.
Precisamente, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ya ha anunciado en su carta semanal publicada este miércoles 29 de abril que "pronto" dará una "normativa" para el regreso a las iglesias.
"Los obispos de España estamos viendo cómo emprender la desescalada en conversaciones con el Gobierno de la nación y, en mi caso, con el Gobierno autonómico. Después, en nuestra archidiócesis de Madrid daremos la normativa necesaria para que a nadie le falte la atención a la que, como cristiano, tiene derecho, sabiendo que su derecho, en este tiempo de pandemia, no puede atentar contra la vida de nadie. Pronto os dirigiré algunas disposiciones", ha subrayado.
El cardenal recuerda que, cuando se decretó el Estado de Alarma, "se suspendió el culto, respetando absolutamente la normativa que dio el Gobierno de España" pero "las puertas de las Iglesias han estado abiertas" así como las de las Cáritas parroquiales para poder acompañar y ayudar. También destaca que "los sacerdotes han entregado su vida" pues "todos los días han celebrado la Misa" y "han estado presentes en los hospitales y sanatorios, en los cementerios y en los lugares donde eran necesarios".
De acuerdo con el plan de desescalada diseñado por el Gobierno y presentado este lunes 28 de abril, se permitirá un aforo del 30 por ciento en los lugares de culto en la fase 1 de la desescalada, en la que entrarán a partir del 11 de mayo aquellas provincias peninsulares que cumplan con los requisitos establecidos por el Ejecutivo. Este aforo aumentará al 50 por ciento en la fase 2 de la desescalada, que en aquellas provincias que vayan más rápido arrancaría como pronto el 25 de mayo en la Península.
LOS OBISPOS DISPENSARON A LOS FIELES DE IR A MISA
El Real Decreto de 14 de marzo por el que se declara el Estado de Alarma, no estableció el cierre de los lugares de culto sino que limitaba la asistencia a los mismos condicionándola a las medidas organizativas que se tomaran, como garantizar que se cumplía la distancia de seguridad de al menos un metro entre los fieles.
De acuerdo con esta norma, muchas iglesias han permanecido abiertas durante el confinamiento "como signo de esperanza", según dijeron los obispos, aunque en la mayoría no se han celebrado misas con público, sino que se han retransmitido por Internet. Precisamente, los obispos dispensaron a los fieles de ir a misa el domingo, invitándoles a "quedarse en casa".
Si bien, también se han producido en estas últimas semanas algunos incidentes en iglesias cuando estaban celebrando misa, como fue el caso de la Catedral de Granada, donde la Policía desalojó a una veintena de personas el pasado Viernes Santo.
El secretario general y portavoz de la CEE calificó en aquel momento de "desmedida" la actuación policial en los templos, sobre todo, cuando estaba empezada la misa, y aludió a la "confusión" que existía con respecto a lo que se puede o no hacer porque, aunque el artículo 11 del Real Decreto permite el culto, anteriormente, el artículo 7 "no reconoce explícitamente la asistencia al templo como un motivo para salir de casa".
Mientras tanto, en Italia, la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) afeó al presidente, Giuseppe Conte, que con las medidas previstas en la fase dos de la desescalada del confinamiento se impide la "libertad de culto" ya que siguen prohibidas por el momento la celebración de eucaristías si bien están permitidos los funerales con presencia de no más de 15 personas. El Ejecutivo italiano señaló posteriomente que estudiará un protocolo para que lo fieles pueden acudir a los lugares de culto.