La comunidad de Taizé llama a la hospitalidad de los madrileños para acoger a 8.000 jóvenes a finales de diciembre

Por el momento, hay más de 170 parroquias de la ciudad implicadas en la acogida de los participantes pero, a pesar de los esfuerzos, cuando faltan menos de cuatro semanas para la celebración del evento, todavía necesitan 8.000 plazas para acoger a los jóvenes durante esos días.

"Por eso, la Comunidad de Taizé lanza hoy un llamado apremiante a la hospitalidad a todos los habitantes de Madrid: familias, comunidades religiosas, personas solitarias o de edad avanzada ¡Solo dos metros cuadrados de espacio es suficiente para alojar a un participante!", señalan.

Según explican, los jóvenes peregrinos llevarán consigo sacos de dormir y esterillas, y no hace falta, por lo tanto, ni una habitación ni una cama. Además, saldrán de la casa de sus anfitriones a las 8,00 horas y regresarán a las 22,00 horas. Todas las comidas serán proporcionadas por la organización.

A aquellas personas que faciliten el alojamiento a estos jóvenes se les pide que les ofrezcan un desayuno simple cada mañana y, si es posible, que les inviten a compartir el almuerzo del 1 de enero.

Para participar en la acogida de los jóvenes, se puede contactar con la parroquia más cercana, el centro de preparación del encuentro, o a través de Internet, en la web 'www.taizemadrid.es'.

El encuentro de Madrid reunirá a miles de jóvenes durante cuatro días "para crear confianza y solidaridad entre los pueblos, mediante la oración, la reflexión y el compromiso con la vida de las comunidades cristianas de la ciudad", según explica la comunidad de Taizé.

Los jóvenes participarán en un programa que transcurrirá en las parroquias y en las comunidades religiosas de acogida por la mañana; en las oraciones de mediodía, que tendrán lugar en una docena de iglesias en el centro histórico de la ciudad y, por la tarde, en talleres sobre temas sociales, espirituales y artísticos.

La Comunidad de Taizé fue fundada en 1940 por el teólogo suizo Roger Schutz, conocido como el hermano Roger, que dejó su país natal, Suiza, para marcharse a Francia cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de ayudar y acoger a quienes huían de la guerra. Se estableció en la aldea de Taizé que después dio nombre a la comunidad.

En la actualidad, la comunidad reúne a unos cien hermanos, católicos y protestantes, procedentes de más de 30 naciones, y es considerada un símbolo de ecumenismo, es decir, "un signo concreto de reconciliación entre los cristianos divididos y los pueblos separados".