ROMA, 17 (EUROPA PRESS)
El Papa ha ordenado que a partir del año académico 2020/2021 todos los sacerdotes que se forman para ser diplomáticos de la Santa Sede cumplan un año como misioneros en alguna diócesis del mundo.
"Al concluir el trabajo de la reciente Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para el Región Pan-Amazónica, expresé el deseo de que los sacerdotes que se preparan para el servicio diplomático de la Santa Sede dedicaran un año de su formación al compromiso misionero en una diócesis del mundo", ha señalado el pontífice.
"Estoy convencido de que tal experiencia será útil para todos los jóvenes que se están preparando o comienzan en el servicio sacerdotal, pero especialmente para aquellos que en el futuro serán llamados a colaborar con los representantes pontificios y, posteriormente, pueden convertirse en enviados diplomáticos de la Santa Sede", ha añadido.
Francisco ha hecho estas consideraciones en la carta que envió el pasado 11 de febrero al presidente de la Academia Eclesiástica Pontificia, Monseñor Joseph Marino, que ha sido difundida este lunes por la oficina de prensa de la Santa Sede.
En la misiva, el Papa pide que el currículo de capacitación para los sacerdotes candidatos al servicio diplomático de la Santa Sede se complete con un año de compromiso misionero con una de las diócesis del mundo, para entrenarlos en la misión en los territorios fronterizos, fuera de la propia diócesis de origen.
"Para enfrentar los desafíos crecientes en la Iglesia y en el mundo de manera positiva, es necesario que los futuros diplomáticos de la Santa Sede adquieran, además de una sólida formación sacerdotal y pastoral, también una experiencia personal de misión fuera de la propia Diócesis de origen, compartiendo una misión con otras Iglesias para completar un período de caminar juntos con su comunidad y participando en sus actividades diarias evangelizadora", escribe el Papa en la misiva.
Además, hace hincapié en que será necesario establecer una estrecha colaboración con la Secretaría de Estado y, más concretamente, con el órgano que se ocupa del personal diplomático de la Santa Sede, así como con los representantes pontificios.
"Estoy seguro de que, una vez que se hayan superado las preocupaciones iniciales, podrá surgir de este proyecto un nuevo estilo de formación para futuros diplomáticos de la Santa Sede, ya que promover la experiencia misionera será útil no solo para jóvenes académicos, sino también para iglesias individuales con quienes colaborarán y, espero, que inspirarán en otros sacerdotes de la Iglesia universal el deseo de estar disponibles para llevar a cabo un período de servicio misional fuera de la propio diócesis", concluye el Papa.