MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Una pequeña vela hecha del material más delgado conocido, un grafeno con un átomo de carbono de espesor, ha pasado las pruebas iniciales diseñadas para mostrar que podría ser un material viable para fabricar velas solares para naves espaciales más rápidas. Las velas ligeras son una de las tecnologías de propulsión espacial más prometedoras que podrían permitir al ser humano llegar a otros sistemas estelares.
Las naves espaciales tradicionales transportan combustible para impulsar sus viajes y utilizan complejas maniobras orbitales alrededor de otros planetas. Pero el peso del combustible dificulta su lanzamiento y las intrincadas maniobras de sobrevuelo prolongan considerablemente el viaje. Por el contrario, las velas solares no necesitan combustible, ya que las naves espaciales equipadas con ellas son mucho más ligeras y fáciles de lanzar.
Dos naves espaciales lanzadas en la última década han demostrado ya la eficacia de esta tecnología, pero utilizaron velas hechas de poliimida y de mylar, una película de poliéster, cuando el grafeno es mucho más ligero.
Para probar si podría usarse como una vela, los investigadores usaron un desecho de solo 3 milímetros de diámetro. Y lo dejaron caer desde una torre de 100 metros de altura en Bremen (Alemania) para probar si funcionaba al vacío y en microgravedad. Una vez que la vela estuvo en caída libre, eliminando efectivamente los efectos de la gravedad, la iluminaron con una serie de luces láser para ver si actuaría como una vela solar.
El brillo de un láser de 1 vatio hizo que la vela se acelerara hasta 1 m/s2, similar a la aceleración de un ascensor de oficina, pero en las velas solares, la aceleración continúa mientras la luz solar sigue golpeando las velas, llevando las naves espaciales a velocidades cada vez más altas.
"Hacer grafeno es relativamente simple y podría ampliarse fácilmente a velas de un kilómetro de ancho, aunque el despliegue de una vela gigante será un gran desafío", dice Santiago Cartamil-Bueno, líder del equipo de GrapheneSail y director de SCALE Nanotech, empresa de nueva creación de investigación que opera en Estonia y Alemania. ESCALA Nanotech se encuentra actualmente buscando socios estratégicos para escalar la tecnología para una eventual prueba en el espacio.
El desarrollo del producto de la tecnología de vela se acelera actualmente a través del Centro de Incubadora de Empresas de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Hessen y Baden-Württemberg (Alemania).
"Este proyecto es un maravilloso ejemplo de investigación científica que se puede realizar en ingravidez sin salir de la Tierra. Dejar caer grafeno y dispararlo con láser es fascinante", señala Astrid Orr, del programa de investigación de vuelos espaciales humanos de la ESA, supervisa los experimentos de ciencias físicas en la ingravidez para la exploración humana y robótica. "Pensar que esta investigación podría ayudar a los científicos a enviar instrumentos a través del sistema solar y, si uno se atreve a soñar, a sistemas estelares distantes en los próximos años es la guinda del pastel", concluye.