MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council o ERC), el investigador Maruo Ferrari, ha anunciado su dimisión por su desacuerdo con la gestión de la UE para hacer frente al COVID-19.
Mauro ha renunciado a su cargo, al que accedió el 1 de enero de este año, tras no lograr persuadir a Bruselas de establecer un programa científico a gran escala para luchar contra el nuevo coronavirus, según ha explicado en un comunicado remitido al 'Financial Times'. Mauro presentó su renuncia a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este martes por la tarde.
"Me ha decepcionado mucho la respuesta europea al COVID-19 --ha señalado al medio británico--. Llegué al ERC siendo un ferviente defensor de la UE, pero la crisis del COVID-19 cambió por completo mis puntos de vista, aunque los ideales de colaboración internacional continúo apoyando con entusiasmo".
Creado en 2007 para financiar a los mejores científicos de Europa, el ERC se ha convertido en una de las agencias de financiación más prestigiosas del mundo con un presupuesto de alrededor de 2.000 millones de euros al año.
El profesor Ferrari aseguró al rotativo que su disputa con la Comisión Europea comenzó a principios de marzo, cuando era "evidente" que la pandemia sería una "tragedia de proporciones posiblemente sin precedentes".
Ferrari propuso establecer un programa especial de ERC para combatir la crisis. "Pensé que en un momento como este, los mejores científicos del mundo deberían contar con recursos y oportunidades para combatir la pandemia, con nuevos medicamentos, nuevas vacunas, nuevas herramientas de diagnóstico, nuevos enfoques dinámicos de comportamiento basados en la ciencia, para reemplazar las intuiciones, a menudo improvisadas, de los líderes políticos", dice, y lamenta "la ausencia total de coordinación de las políticas de salud entre los Estados miembros".
Tras la renuncia, Ferrari continuará siendo profesor afiliado a tiempo parcial en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Washington, en Seattle, donde planea establecer una iniciativa de investigación internacional para luchar contra el COVID-19 en Estados Unidos.