MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha denunciado este viernes que más de 400.000 sirios viven desde hace una semana sin el agua potable que proporciona la estación de bombeo de Alluk, una de las principales fuentes de distribución del noreste de Siria, apagada desde el pasado 30 de octubre.
La estación distribuye el agua principalmente por la provincia de Hasaka, uno de los escenarios de la ahora suspendida ofensiva turca contra las milicias kurdas en el noreste de Siria.
Las instalaciones se encuentran ahora mismo bajo control del Ejército turco. Consciente de su importancia, el Ministerio de Defensa de Turquía anunció a principios de una semana que investigaría los motivos de su apagado y pondría en marcha las tareas de reparación, según el diario 'Haber'.
Mientras, el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria han emprendido una búsqueda urgente de fuentes alternativas de agua para los residentes de la región.
"Es una labor que acaba de cobrar una importancia extraordinaria. Una estación que da agua a 400.000 personas es una infraestructura esencial. Estamos ante otro caso en el que los civiles ajenos a un conflicto acaban sufriéndolo de todas formas", ha lamentado el director regional del CICR para Oriente Próximo, Fabrizio Carboni.
Ambas agencias humanitarias recuerdan que las principales instalaciones hídricas del noreste de Siria se encuentran, precisamente, cerca del frente de combate, y abarcan campos de desplazados como Al Hol o Arisha, principales afectados de los cortes de suministro.
Para aliviar esta crisis, el CICR distribuyó en estos campamentos 460.000 litros de agua desde el 28 de octubre al 3 de noviembre.