CAMALEÑO, 30 (EUROPA PRESS)
Los presidentes de Cantabria, Asturias y Castilla y León han defendido hoy el control poblacional del lobo para hacer compatible la conservación de esta especie con los usos ganaderos y la vida de las personas en los núcleos rurales donde se asientan.
Así lo han señalado Miguel Angel Revilla, Adrián Barbón y Alfonso Fernández Mañueco, respectivamente, a preguntas de la prensa tras la reunión de la Comisión Gestora del Parque Nacional de Picos de Europa que han presidido esta mañana en el municipio cántabro de Camaleño.
Revilla ha afirmado que en Cantabria ha habido este año "muchísimos daños porque hay una superpoblación de lobos", y ha destacado la "incompatibilidad absoluta" de mantener una actividad agraria en estas zonas con la presencia masiva de lobos. "Eso no es posible, o una cosa o la otra", ha dicho.
Según ha dicho, la posición del Gobierno de Cantabria (PRC-PSOE) es que el lobo es "una especie a conservar, pero hay que controlarla", y hacerlo "en condiciones adecuadas", no con "barra libre". "Hay que mantener una fauna que sea compatible con que sigamos teniendo cabras, ovejas y vacas para comer quesos y para que la gente no se nos vaya, porque las dos cosas en su extremo no son aceptables", ha dicho.
"Extremismos no, conservar sí, pero también hay que conservar a las personas. Y si decimos que tiene que haber gente en los pueblos y dejamos a los lobos a su libre albedrío, no sé queda nadie porque te matan un rebaño de ovejas y te han hundido el año a ti y a la familia", ha señalado.
ASTURIAS Y CyL
En la misma línea, el socialista Adrián Barbón ha dicho que en Asturias, tienen "clarísimo" que la preservación de la especie tiene que ser compatible con la actividad humana.
Alfonso Fernández (PP) ha insistido en el mismo mensaje de sus homólogos cántabro y asturiano respecto al control de las especies, y ha explicado que en Castilla y León, cuando en un lugar determinado hay una presencia importante de lobos más allá de lo que los técnicos consideran habituales, desde la Junta se hacen controles selectivos de la población de los lobos, tanto al norte del Duero, donde la caza es libre, como al sur del Duero, donde el lobo está protegido.