Este domingo 25 de octubre a las tres de la madrugada serán las dos
Este domingo 25 de octubre a las tres serán las dos. Toca atrasar los relojes y cambiar la hora para adaptarnos al horario de invierno, como cada último domingo del décimo mes del año. ¿Cómo influirá en una población ya de por sí golpeada anímicamente por la pandemia de coronavirus? ¿Será la puntilla para algunos españoles?
Los expertos reconocen que el panorama no es especialmente esperanzador. Pongamos como ejemplo las reuniones sociales, tan restringidas ya por el Covid-19: al anochecer más pronto su número tiende a reducirse. A esto se suma el más que probable mal tiempo, que tampoco insuflará los ánimos suficientes para que el ocio mantenga sus niveles previos.
Uno de los colectivos más expuestos será el de los más mayores. Otro, el de aquellas personas que vivan solas. En ambos casos, se exponen a temporadas aún más largas de soledad sin recibir la visita de aquellos a los que más quieren. El resto de españoles tampoco se libra, y es que el cambio de horario tiende a afectar a la calidad del sueño y del descanso.
En un primer momento, los españoles agradecerán que la primera noche podamos dormir una hora más. Sin embargo, a la larga el hecho de que anochezca antes puede acabar derivando en problemas para irse a la cama como antes. En este sentido, los expertos recalcan la importancia de la actividad física y una dieta saludable para compensar.
Desde el punto de vista sanitario, para reducir los contagios de coronavirus, la llegada del horario invernal puede ser algo positivo ya que precisamente se reducirán aún más esos contactos físicos y encuentros sociales, por lo que es menos probable que el Covid se siga propagando con la misma facilidad exhibida hasta el momento.
El primer cambio de hora del año coincidió con el inicio de la pandemia y del gran confinamiento de marzo, lo que hizo que precisamente los españoles apenas se vieran afectados por él. Al estar confinados en sus hogares, los ciudadanos perdieron la noción del tiempo en muchos casos y flexibilizaron sus horarios, lo que ayudó a soportarlo mejor.
En cualquier caso, los cambios de hora tienen los días contados. En 2018, la UE llevó a cabo una consulta y el resultado fue esclarecedor: más del 80% de los encuestados votaron a favor de acabar con el cambio horario. Se espera que en 2021 tenga lugar esta anulación, y que cada Estado miembro tenga la potestad de elegir si permanece en el horario invernal o veraniego.