La única sospechosa por la muerte del niño de ocho años ha confesado ante la Guardia Civil
Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte de Gabriel Cruz, se ha derrumbado en el interrogatorio de este martes ante los especialistas de la Guardia Civil y ha confesado que mató al niño de ocho años, según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación.
La mujer de 43 años y de origen dominicano fue detenida por su presunta implicación en la muerte del niño Gabriel Cruz cuando trasladaba el domingo su cuerpo en el maletero de un coche. Según su abogada, el interrogatorio duró cerca de dos horas y respondió "a todas las preguntas", sin poder más detalles al estar declarado el secreto de sumario.
La letrada Beatriz Gámez ha asegurado a preguntas de la prensa tras abandonar la Comandancia de la Guardia Civil que la única sospechosa por la muerte de Gabriel se ha prestado a "colaborar" con los agentes, al tiempo que ha asegurado que este martes ha sido la "primera vez" que los especialistas le han pedido que hablara sobre lo ocurrido.
La Guardia Civil trabaja este martes a contrarreloj para recabar pruebas al objeto de elaborar un atestado lo más completo posible para que, junto con el informe de la autopsia, se aporten pruebas sólidas al juez que instruye la muerte del niño Gabriel Cruz. Los principales focos de la investigación, según confirman a Europa Press fuentes del caso, se centran en cómo falleció el menor, si la única detenida actuó sola y dónde ocultó su ropa y el cuerpo.
Hasta Almería se ha desplazado el coronel Manuel Sánchez Corbí, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), al que se vio salir del registro practicado ayer por la tarde en la vivienda de Puebla de Vícar a la que se dirigía Ana Julia Quedaza el domingo en el momento de su detención, cuando transportaba en el maletero de su coche al pequeño Gabriel.
Este martes, coincidiendo con la misa funeral que se oficiaba en la catedral de Almería, el coronel jefe de la UCO se ha desplazado a la finca de Rodalquilar, a unos cuatro kilómetros al sur de Las Hortichuelas, el pueblo almeriense en el que desapareció Gabriel el 27 de febrero cuando salió de la casa de su abuela para recorrer un camino de tierra de unos cien metros con destino a la vivienda de sus tíos y primos.