MADRID, 30 (CHANCE)
Parece que un par de semana son suficientes para que Alba Carrillo se adapte a su verdadera realidad. Después de estar tres meses encerrada en la casa de GH VIP 7, la colaboradora de televisión ya se encuentra completamente recuperada y con las pilas recargadas para enfrentarse a todo lo que le venga. Y una de estas cosas es su enemistad con Miguel Frigenti, compañero de programa en Ya es mediodía.
Además de tener varios frentes abiertos, la modelo ha tenido que hacer frente a una triste noticia este fin de semana y es que su perra ha fallecido. Por las palabras que puso en sus redes sociales, parece que su mejor amiga quiso esperarla para cuando esta saliese de la casa de Guadalix de la Sierra. Y así ha sido.
Cuando le preguntamos por Miguel Frigenti, la segunda finalista de GH VIP 7 nos responde con un tono irónico, que la verdad, no nos ha sorprendido nada porque sabemos el humor que tiene la modelo: "Es que no sé quién es -se ríe-, es que si no habla de Alba Carrillo no se sabe quién es". De esta manera, Alba Carrillo ha querido tomarse a broma su reencuentro con el periodista, parece que todavía tiene que pasar tiempo para que la colaboradora pueda enterrar el hacha de guerra con el que antes, sí era su amigo.
La exmujer de Feliciano López ha confesado que tiene muchas ganas de volver a ver a sus compañeros de programa: "Sí, la verdad que tengo muchas ganas de ver a mis compañeros" y asegura que tiene ganas de volver a la rutina de su vida: "Muy bien, muy contenta de volver al colegio".
Recordemos que esta enemistad se originó mientras que Alba Carrillo se encontraba sumergida en la aventura de Gran Hermano. Sin querer o siendo más consciente de lo que nos pensamos, la colaboradora le mandó unas palabras que no le gustaron nada al crítico de realities y este no dudó en responderla. A partir de ese momento, ambos mostraron su rechazo y de momento, no se ha producido uno de los reencuentros televisivos que más interés nos proporciona. Tendremos que esperar a que pase algo de tiempo para poder ver a los que un día fueron más que compañeros de trabajo, coincidir en un plató de televisión.