Un estudio de Save the Children alerta de que 1 de cada 4 niños sufre ansiedad por el aislamiento

Europa Press | 08 may, 2020 10:42
ep madrid espana a 20 de abril de 2020
Un niño con una mascarilla se asoma a la ventana de su casa cuando queda tan solo una semana para que niños y preadolescentes puedan salir a la calle durante el confinamiento por el coronavirus, en Valdemoro/Madrid (España) a 20 de abril de 2020.Óscar J.Barroso - Europa Press

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Un estudio llevado a cabo por Save the Children, en el que se han entrevistado a más de 6.000 niños, niñas y familias en Alemania, Finlandia, España, Estados Unidos y el Reino Unido, ha puesto de manifiesto que uno de cada cuatro niños sufre ansiedad por el aislamiento social derivado del coronavirus, y que "muchos de ellos" corren el riesgo de sufrir trastornos psicológicos permanentes, incluida la depresión.

Aunque los sentimientos de impotencia, soledad y miedo a la exclusión, el estigma o la separación de los seres queridos son "comunes" en cualquier epidemia, la organización ha advertido de que la falta de juegos al aire libre, así como el estrés prolongado, el aburrimiento y el distanciamiento social pueden provocar en los niños y niñas problemas de salud mental.

A pesar de que varios países han comenzado a desbloquear gradualmente las medidas de aislamiento, muchas escuelas permanecen cerradas, afectando a casi 1.300 millones de estudiantes en todo el mundo. En este sentido, Save the Children ha alertado de que este distanciamiento social, y la imposibilidad de ir al colegio, deja a los niños que sufren violencia o pobreza en una situación "especialmente vulnerable".

"Las personas que están al aire libre de manera habitual tienen una actividad más baja en la parte del cerebro que se enfoca en las emociones negativas repetitivas. Esta es una de las razones por las que la infancia puede desarrollar sentimientos negativos o incluso depresión durante el confinamiento dentro del hogar", ha avisado la experta en Protección Infantil y Salud Mental de Save the Children, Anne-Sophie Dybdal.

De echo, encuestas realizadas recientemente por Save the Children en Estados Unidos y en varios países europeos, reflejan cifras "preocupantes" sobre la salud mental de muchos menores. Por ejemplo, en Finlandia, siete de cada 10 menores participantes en el estudio tenían ansiedad y el 55 por ciento sentía fatiga.

En el Reino Unido, casi el 60 por ciento de los que hicieron la encuesta temía que un pariente pudiera enfermar, y en Alemania tres de cada 10 estaban preocupados por no poder terminar el curso escolar. Asimismo, en Estados Unidos un cuarto de los entrevistados sentía ansiedad.

En España, donde Save the Children entrevistó en el inicio de la crisis a casi 2.000 familias con pocos recursos, en cuatro de cada 10 hogares los niveles de estrés y problemas de convivencia habían aumentado, en buena medida por las malas condiciones de habitabilidad y el tamaño reducido de las viviendas.

"No podemos subestimar el impacto que la pandemia está teniendo en la salud física y mental de los niños. Están sufriendo muchos cambios, de alto impacto, en un periodo de tiempo muy pequeño. Debemos actuar ahora si queremos evitar problemas mentales a largo plazo", ha añadido la experta.

INVERTIR EN EDUCACIÓN Y EN SALUD MENTAL

Por ello, Save the Children ha hecho un llamamiento a todos los gobiernos para que en la respuesta a la crisis por la Covid-19 prioricen e inviertan en la educación y en la salud física y mental de todos los niños y las niñas, especialmente en la de aquellos menores que viven en países en vías de desarrollo y/o afectados por conflictos.

En concreto, la organización ha instado a los líderes mundiales a que los niños tengan acceso a servicios de apoyo durante y después de las medidas de confinamiento, y se priorice el trabajo de los trabajadores sociales, incluso clasificándolos como servicios esenciales, para que tengan los recursos y la capacidad para hacer su trabajo.

Dicho esto, ha solicitado que las escuelas, los servicios sociales y las autoridades supervisen a la infancia durante los periodos de aislamiento, lo que incluye garantizar que la educación 'on line' y a distancia sea accesible para todos los niños y niñas, y que contenga mensajes sobre salud, higiene y seguridad.

"Las familias y los profesores deben recibir apoyo para mantener la estructura y la rutina de los niños, para mantenerles involucrados en las actividades de juego y aprendizaje", ha destacado Save the Children, para instar a que se establezcan mecanismos para la detección temprana de posibles problemas de salud.

En España Save the Children ha puesto en marcha desde el inicio de la emergencia el plan urgente '#ATuLado' para apoyar a la infancia y a las familias más vulnerables en la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. La intervención se centra en el acceso a una alimentación básica, el refuerzo escolar y la atención individualizada de profesionales para paliar los efectos del aislamiento, la incertidumbre y el estrés.

La ONG también ha abierto una línea de atención psicoterapéutica 'on line' para estas familias y sus trabajadores atienden el bienestar emocional de los menores a través de pautas a sus padres y madres sobre crianza positiva.

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