MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Diferentes sociedades médicas, como la Sociedad Española de la Cardiología (SEC) y de Oncología Médica (SEOM), de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y Médicos Generales y de Familia (SEMG), entre otras, han firmado un documento para el manejo coordinado de trabajadores con cáncer y riesgo cardiovascular, debido a que se estima que uno de cada tres pacientes con cáncer acabará desarrollando complicaciones del sistema cardiovascular a lo largo de su vida.
Concretamente, más allá de vigilar a los pacientes durante el tratamiento oncológico, es misión y objetivo de la Cardio-Onco-Hematología hacer un seguimiento a largo plazo de quienes han recibido tratamientos potencialmente cardiotóxicos, para lo que es necesario implicar a otros especialistas, en especial a los sanitarios de Salud Laboral cuando se trata de trabajadores en activo.
"La reincorporación de los pacientes oncológicos a su vida laboral es un objetivo primordial tan pronto como sea posible", explica la miembro de la SEC y coordinadora del Grupo de Cardio-Onco-Hematología, la doctora Teresa López. En este sentido, "la implicación de especialistas en medicina y enfermería del trabajo resulta fundamental por la posición clave que ocupan en el entorno laboral".
Además de facilitar la reincorporación de los pacientes onco-hematológicos a sus puestos de trabajo, se busca asegurar un retorno en condiciones de aptitud laboral sin riesgos, una vigilancia activa de su salud cardiovascular con campañas de promoción de la salud, minimizar las complicaciones cardiovasculares a medio y largo plazo, potenciando un estilo de vida saludable y favorecer protocolos de derivación ante el desarrollo de nuevos síntomas cardiovasculares o signos de posible recaída.
PREVENCIÓN DE CARDIOTOXICIDAD
Para ello, el documento avalado recoge una serie de procesos de continuidad asistencial y prevención de la cardiotoxicidad en el ámbito laboral, dirigidos a mejorar el control del riesgo cardiovascular y la salud de los pacientes con antecedentes de cáncer o con cáncer en tratamiento activo.
En este sentido, el representante de SEOM, el doctor Juan Antonio Virizuela, declara que "la reincorporación al mundo laboral de un paciente que ha tenido una enfermedad oncológica es un camino difícil, ya que debe ser una decisión tomada de forma reflexiva por el paciente con el apoyo del equipo médico que ha llevado su proceso oncológico y las diferentes especialidades implicadas en el mismo".
Por su parte, la responsable del Área Cardiovascular de la SEMG, la doctora Isabel Egocheaga, indica que los médicos de familia participan en la atención a los pacientes oncológicos durante "todo el proceso", pero "los pacientes trabajan, en muchos casos requieren bajas laborales y posteriormente retornan a sus puestos de trabajo". Es por ello que "en este circuito asistencial del paciente trabajador es de gran importancia una estrecha coordinación de los equipos de atención primaria y los médicos y enfermeros del trabajo", ha defendido.
"Los pacientes con cáncer o antecedentes de cáncer pueden considerarse como trabajadores de especial sensibilidad por su estado biológico y por ello es necesario optimizar los protocolos de evaluaciones periódicas de salud, detectar el grado de susceptibilidad que puedan presentar a los factores de riesgo existentes en su puesto de trabajo actual o futuro e involucrarlos en el cuidado de su salud cardiovascular", asegura al respecto la coordinadora del Grupo de Trabajo de Guías y Protocolos Clínicos de la AEEMT, la doctora Teófila Vicente.
La Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AECC) se adhiere al documento bajo su objetivo de "prevención, promoción y mantenimiento de la salud de la población, especialmente en el ámbito cardiovascular, con la finalidad de reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares en cualquier ámbito de salud", explica su presidenta, Concepción Fernández.