Según Putin, la vacuna rusa es "eficaz" y ha superado todas las pruebas necesarias
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado este martes que su país ha logrado ser el primero en el mundo en registrar una vacuna contra el nuevo coronavirus, denominada Sputnik 5, en referencia al primer satélite ruso lanzado al espacio. No obstante, hay recelo en la comunidad científica internacional porque el Gobierno ruso ha permitido a los investigadores acortar los plazos que otros desarrolladores están respetando.
"Esta mañana se ha registrado, por primera vez en el mundo, una vacuna contra el nuevo coronavirus", dijo el jefe del Kremlin en una reunión con el Gabinete de Ministros. Además, ha añadido que una de sus dos hijas ya ha recibido la primera dosis.
El comentario de Putin sobre su hija, totalmente inusual porque nunca habla de su vida privada, ha sido interpretado como un voto de confianza hacia la vacuna, que según ha dicho "funciona eficazmente". Así, ha explicado que, "después de la primera dosis, tuvo 38 de fiebre y al día siguiente tuvo 37 y pico". Pero tras una segunda dosis, "le subió la temperatura y luego se normalizó". Y ahora "se siente bien y los anticuerpos son altos", ha concluido.
Según el mandatario, la vacuna rusa es "eficaz", ha superado todas las pruebas necesarias y permite lograr una "inmunidad estable" ante la COVID-19. Unos 20 países han encargado ya las primeras dosis, que podrían estar listas a principios de 2021.
El presidente del RFPI, Kiril Dimitriev, ha señalado que tienen capacidad para producir unos 500 millones de dosis de la vacuna en un año. "Ya hemos conseguido acuerdos para la producción de la vacuna en cinco países", ha dicho.
La vacuna ha sido desarrollada por el centro de investigación Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI). El Ministerio de Sanidad ruso ha confirmado que se trata de una vacuna de doble dosis que genera "una inmunidad duradera" que "se preservará hasta dos años".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recibido con cautela la noticia al señalar que ésta, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo. No obstante, el objetivo de Rusia es iniciar las campañas de vacunación en el mes de octubre. Sin embargo, el registro de la vacuna sólo es válido en territorio ruso.
"Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad", ha señalado en rueda de prensa el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.
Los sanitarios rusos que están tratando a pacientes de coronavirus podrán presentarse como voluntarios para la tercera fase de ensayos de la vacuna, según ha informado la agencia Reuters.
No obstante, algunos expertos han expresado dudas por la velocidad con que se está desarrollando la vacuna rusa, y se ha sugerido que los investigadores podrían estar economizando esfuerzos. El principal experto en enfermedades infecciosas de EE.UU., Anthony Fauci, también ha cuestionado la prisa de Rusia, la posible efectividad de la vacuna y el hecho de anunciar una campaña masiva de vacunación sin haber terminado las pruebas a mayor escala. "Cualquiera puede decir que tiene una vacuna y fabricarla, pero hay que demostrar que es segura y efectiva, lo cual dudo que lo hayan demostrado", declaró a principios de agosto Fauci en una entrevista con BlackPressUSA TV.
La vacuna rusa no se encuentra en la lista de las seis vacunas de la OMS que ya llegaron a la fase tres de los ensayos clínicos, los cuales involucran un número más amplio de pruebas en humanos. Actualmente hay más de 100 vacunas potenciales contra Covid-19 que se están desarrollando alrededor del mundo, según la OMS. A pesar de los rápidos avances, la mayoría de los expertos creen que será a mediados del 2021 cuando se podrá contar con una vacuna disponible en el mundo.
Rusia no ha publicado ningún estudio ni dato científico sobre las pruebas que realizó y tampoco se saben detalles sobre las fases del proceso que normalmente deben cumplirse antes de aprobar y lanzar al mercado una vacuna.