MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Sechenov, junto con colegas de Australia, han utilizado la tecnología de microfluidos para desarrollar un dispositivo que permite aislar las células cancerígenas de la uretra de pacientes con cáncer de próstata, lo que supone una prueba de diagnóstico más precisa, sensible y menos invasiva que las dos disponibles en la actualidad.
El cáncer de próstata es el segundo cáncer más común entre hombres, y no es fácil bajar de la media de mortalidad porque no hay un método lo suficientemente preciso de diagnóstico para detectar la enfermedad en su estadio más temprano.
Hoy en día, se usan dos métodos para probar el diagnóstico: la prueba de la sangre para detectar el antígeno prostático específico, por un lado, y el tacto rectal, por otro. Ambos métodos pueden tener inconvenientes.
El análisis de sangre no es del todo específico y puede producir falsos positivos, ya que los niveles de antígeno prostático específico incrementan no solo en casos de cáncer de próstata, sino también a causa de otras enfermedades de la glándula de la próstata.
Por otro lado, la biopsia rectal es una prueba invasiva que puede causar efectos secundarios, como hemorragias locales e infecciones. También, tal y como han mostrado estudios anteriores, la sensibilidad de la sangre líquida de la biopsia (aislando las células cancerígenas) es bastante pobre por el bajo nivel de células en sangre. Por tanto, los científicos sugieren una alternativa, que es una biopsia mediante el líquido de la orina, pues la glándula de la próstata está estrechamente conectada con la uretra, y las células cancerígenas se expulsan mientras se orina.
EL 85% DEL NÚMERO TOTAL DE CÉLULAS CANCERÍGENAS DE LA PRÓSTATA
"Como hemos mostrado, mientras se prueba esta técnica, esperamos recolectar el 85 por ciento del número total de células cancerígenas de la próstata, así como aislar células de la orina del 86 por ciento de los pacientes con cáncer localizado en un escenario temprano. Ahora estamos intentando optimizar el método para mejorar su eficacia, especifidad y sensibilidad mientras que la tecnología, por sí misma, atraviesa el proceso de la patente", ha expresado uno de los investigadores, Alexey Rzhevskiy.
Para aislar las células del líquido, los investigadores desarrollaron un 'micro-chip' de fluidos, es decir, un dispositivo hecho de polímeros con un canal en espiral delgado, bifurcado en un extremo y tres agujeros: uno para la orina y dos para la separación celular.
Así, el chip está diseñado de tal manera que las células cancerosas que son más grandes que otras se desplazan hacia la pared interna del canal y lo dejan a través de uno de los agujeros, mientras que las células más pequeñas se juntan a lo largo de la pared exterior y salen a través del otro agujero. Este efecto es causado por la acción conjunta de varias fuerzas centrífugas.
Los científicos etiquetaron las células recolectadas con anticuerpos fluorescentes, es decir, moléculas capaces de brillar mientras absorben la luz de cierta longitud de onda. Así, el equipo examinó las células cancerosas con los anticuerpos bajo un microscopio de fluorescencia y midieron la intensidad de la luz emitida. Si superaba el umbral calculado, los científicos concluyeron que estas células eran cancerosas.
Los autores probaron el dispositivo usando solución salina con el número conocido de células (en estudios piloto) y las muestras de orina de voluntarios sanos y pacientes con cáncer de próstata.
Durante los experimentos piloto, el 'chip' aisló del 80 al 90 por ciento de las células cancerosas. Las pruebas con las muestras de orina también fueron bastante exitosas, pues detectaron la enfermedad en 12 de 14 pacientes con cáncer y confirmaron la salud de 11 de 14 voluntarios sanos.