MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido que la empresa a la que el Gobierno ha comprado las mascarillas distribuidas este lunes "cumple con los requisitos" y los "altos estándares" que fija el Ejecutivo para la compra de cualquier material sanitario.
Así ha respondido a la información publicada por 'El Confidencial', que asegura que esta empresa está condenada por estafa por "formar parte de una trama societaria que saqueó el patrimonio de empresas con problemas financieros". Además, este diario apunta que la compañía "se dedica a diseñar y poner en marcha en el mercado asiático campañas de marketing para fabricantes de ginebras, vodkas y otras bebidas alcohólicas de alta graduación", y no a la fabricación de mascarillas.
Sin embargo, el ministro ha resaltado que las mascarillas adquiridas "cumplen con los requisitos necesarios para su correcto uso y distribución". "Todos los procedimientos de contratación que seguimos desde el Gobierno en referencia a este material sanitario y a cualquier otro producto que adquiramos cumple unos estándares altos", ha reivindicado.
En este sentido, ha agregado que esta compañía, con sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) y con una delegación en la ciudad china de Guangzhou según 'El Confidencial', "también cumple con los requisitos", así como con esos estándares fijados por el Gobierno.
Illa también ha sido preguntado acerca de si se van a publicar los informes sanitarios en los que el Gobierno ha basado su decisión de la vuelta al trabajo de los trabajadores de actividades no esenciales o de la no suspensión de las manifestaciones del 8 de marzo. El ministro ha contestado que remite a todos los grupos parlamentarios los "informes respectivos" en la comparecencia semanal que realiza en el Congreso de los Diputados.
Sobre por qué el Gobierno no hace público el nombre de la empresa a la que se devolvió la primera tanda de test rápidos por carecer de la sensibilidad necesaria, Illa ha evitado nombrarla, insistiendo en que tenían el marcado CE europeo, por lo que podían ser comercializados en la Unión Europea. Además, ha recordado que se evidenciaron sus problemas de sensibilidad al realizar análisis no obligatorios por parte de las autoridades sanitarias. "Viendo que sus condiciones de uso no se ajustaban a nuestras demandas se devolvieron los productos", ha aclarado.