El influyente colaborador del primer ministro dice tener pruebas de "la inmoralidad" de sus acciones
El primer ministro británico, Boris Johnson, y el que fuera uno de sus colaboradores más importantes, Dominic Cummings, se encuentran inmersos en una guerra de acusaciones y negaciones a causa de la gestión de la pandemia del Covid-19 en Reino Unido.
El Daily Mail informa de el primer ministro dijo el año pasado que preferiría ver "miles de cadáveres amontonados" que ordenar un tercer confinamiento del país, citando fuentes no identificadas. La oficina de Johnson "negó rotundamente" que hiciera este comentario.
El informe viene después de las explosivas acusaciones de Cummings, que publicó un blog de 1.000 palabras el viernes en el que describía una larga lista de presuntos fallos y posibles violaciones de las reglas en la gestión de la pandemia. Entre ellas, insinúa que tiene grabaciones y copias de correos electrónicos con los que puede probar "la inmoralidad y posiblemente las acciones ilegales de Boris Johnson".
Un ministro británico ha negado rotundamente las acusaciones de este informe y dice que no es verdad que Johnson dijera que preferiría los cuerpos amontonados "por miles" que ordenar un tercer bloqueo social y económico para detener las infecciones por coronavirus.
El periódico británico también dice que fuentes no identificadas aseguran que, en octubre, poco después de aceptar un segundo encierro, Johnson dijo en una reunión en Downing Street: "No más jodidos encierros, que los cuerpos se amontonen por miles". El secretario de Defensa, Ben Wallace, ha afirmado a Sky News: "No es cierto; prácticamente todo el mundo lo ha negado categóricamente". "Ahora estamos entrando en una especie de capítulo de comedia de estas historias de chismes. Ya sabes, fuentes no identificadas por asesores no identificados que hablan de eventos no identificados. Ya sabes, mira, nada de esto es serio", ha añadido.
GOBIERNO CORRUPTO
Pero hay más. A Johnson también se le acusa de llevar a cabo prácticas poco sanas en la administración de su Gobierno. En los últimos días, ha sido acusado de tratar de pagar la reforma de su apartamento oficial en Londres con dinero no declarado de simpatizantes del partido, de conceder contratos públicos y de dar trato de favor a empresarios y políticos afines, todo lo cual niega.
Cummings alegó también en su blog que Johnson tenía un plan "poco ético y estúpido" para que simpatizantes "pagaran secretamente" por las obras de su apartamento en el número 11 de Downing Street. Sin embargo, la ministra de Comercio Internacional, Liz Truss, mantuvo hoy que ha recibido "garantías" de que Johnson "pagó de su propio bolsillo" la renovación del piso donde vive con Carrie Symonds y el hijo de ambos, y "confía plenamente" en que eso fue así.
Las acusaciones de Cummings, que dimitió en noviembre pasado, son muy significativas. Estuvo en el corazón del Gobierno después de su papel estratégico clave en la salida de Reino Unido de la Unión Europea, que finalmente llevó a Johnson a obtener una victoria aplastante en las elecciones generales en diciembre de 2019.