MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de la Comunidad de Madrid cuenta con la única Unidad de Seguimiento para niños que han superado un cáncer infantil, y donde se realiza un seguimiento de estos pacientes de manera sistematizada, atendiendo a su enfermedad oncológica y a las posibles complicaciones que pueden surgir por el tratamiento oncológico recibido en una edad tan temprana.
La quimioterapia, la radioterapia, el trasplante o la cirugía pueden desarrollar efectos secundarios y segundos tumores, unos efectos que pueden aparecer años después de terminar el tratamiento. El riesgo de complicaciones tardías dependerá del tipo de enfermedad oncológica y del tratamiento específico recibido. Los efectos adversos, en algunos casos, pueden afectar a casi todos los órganos.
Según los datos recogidos en la consulta de la Unidad de Supervivientes de Largo Plazo del Hospital Niño Jesús, tres de cada cuatro supervivientes de cáncer infantil presentarán algún efecto adverso tardío. Y es que, el hecho de haber tenido cáncer en la infancia aumenta ocho veces el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica.
En este sentido, el Hospital Niño Jesús ha comenzado un estudio para evaluar el riesgo cardiovascular en niños supervivientes del cáncer. En la primera fase se estudiará el riesgo asociado al tratamiento mediante una valoración clínica y analítica, y se evaluará su capacidad física. Asimismo, en la segunda fase se realizarán estudios genéticos en los niños con factor de riesgo, lo que permitirá crear una guía de seguimiento adaptada a los hallazgos de nuestros supervivientes.
DIFICULTADES DE CONCENTRACIÓN
En la esfera psicosocial de los supervivientes hay que destacar que se encuentran frecuentemente dificultades para realizar un correcto reajuste a 'la normalidad' tanto del paciente como de la unidad familiar.
Es fundamental detectar problemas relacionados con el rendimiento académico, ya que por el tratamiento médico recibido (radioterapia fundamentalmente) pueden tener dificultades en la concentración, el aprendizaje y la memoria.
En los pacientes oncológicos pediátricos se invierten muchos recursos tanto económicos como sociales, pero una vez que estos pacientes finalizan dicho tratamiento oncológico activo 'eran olvidados'. En este colectivo de supervivientes es esencial realizar estrategias para promover la salud y asegurar su correcta reinserción a la sociedad.
La pérdida de seguimiento de estos pacientes que han superado el cáncer tiene consecuencias negativas tanto para ellos como para los profesionales sanitarios. Sin este seguimiento los estudios a largo plazo en oncología pediátrica son menos potentes y pueden incluir sesgos.