Ha obtenido un beneficio neto de 7,45 millones en el primer semestre
El grupo constructor San José obtuvo un beneficio neto de 7,45 millones en el primer semestre, un 49,8% menos que un año antes por el efecto de la crisis y el parón de actividad en sus negocios, según informó la compañía.
La firma que controla y preside Jacinto Rey logró mantener sus ingresos, que sumaron 438 millones, pero contrajo un 8,5% su beneficio bruto de explotación (Ebitda), hasta los 26,3 millones, tras descender su margen desde el 6,5% hasta el 6%.
La actividad de construcción fue la que menos se resintió por la crisis, dado que creció un 2,1%, pero no pudo compensar completamente los descensos del 25% y el 20% que, respectivamente, se anotaron la de edificación y la de energía e industrial.
San José logró el 39% de sus ingresos totales de su actividad internacional, a pesar de que el negocio en el mercado doméstico creció un 14,6% en la primera mitad del año.
Al cierre de junio, la compañía, que participa con un 10% en la sociedad promotora de la 'Operación Chamartín', presentaba una cartera de contratos pendientes de ejecutar por valor de 1.787 millones de euros. Un 70% corresponden a obras de construcción y el 33% del total, a proyectos internacionales.
En el plano financiero, San José presenta una situación de caja positiva en 146,2 millones de euros, que además arroja una mejora del 15,3% respecto a la existente a cierre de 2019.
El grupo considera que el impacto de la crisis en su negocio ha sido "limitado" en este primer semestre, gracias "a la diversificación de negocio y geográfica, "reflejándose principalmente en una reducción de la actividad y márgenes respecto a los inicialmente previstos, y un ligero incremento de las provisiones y deterioros registrados".
"La fortaleza patrimonial y financiera del grupo invita a ser moderadamente optimistas y a confiar en que los efectos que la crisis pudiera tener a corto y medio plazo sean igualmente limitados", añade la firma.