La firma también subraya "la volatilidad en la transición al vehículo eléctrico"
Gestamp ha presentado este lunes sus resultados correspondientes al primer semestre del año, que ha saldado con un beneficio neto de 106 millones de euros, lo que supone una caída del 34,5% en comparación con los 162 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, asegura que "el segundo trimestre ha confirmado la previsible ralentización del mercado de producción de vehículos en 2024 y la volatilidad en la transición al vehículo eléctrico".
"Ante este escenario, la estrategia que tenemos y hemos venido implementando en los últimos años nos facilitará la transición y el mantenimiento de nuestra diferenciación competitiva. Poner el foco en la rentabilidad con palancas de eficiencia y flexibilidad y una política selectiva de inversiones, como principales ejes de nuestra estrategia, nos permite preservar la fortaleza financiera de Gestamp", agrega.
La firma ha cerrado la primera mitad del curso con unos ingresos por valor de 6.140 millones de euros, por debajo de los 6.273 millones cosechados en la primera mitad del año pasado. También ha registrado un descenso en el EBITDA, que ha pasado de 700 millones a 642.
"En el primer semestre del año, los volúmenes de producción de vehículos han tenido un crecimiento interanual del 0,5%, un comportamiento moderado que coincide con una comparativa complicada por el extraordinario crecimiento del primer semestre de 2023. Sin embargo, para el año 2024 se prevé una ralentización en todos los mercados en los que está presente Gestamp, a excepción de NAFTA – donde está implementado el Plan Phoenix – y Asia, – donde Gestamp ha mantenido un crecimiento sostenido por encima del mercado gracias a su posición competitiva en el segmento del vehículo eléctrico", detalla la compañía.
Además, Gestamp ha vuelto a reducir el apalancamiento con una deuda neta de 2.191 millones frente a 2.224 millones de 2023. La compañía también registró una generación de caja (FCF) positiva de 77 millones de euros (excluyendo el Plan Phoenix).
De cara al futuro, la empresa destaca que "las previsiones para 2024 respecto al crecimiento de la producción de vehículos se han revisado a la baja", por lo que anticipa que "el contexto de decrecimiento de volúmenes, unido a la volatilidad sobre la transición del vehículo eléctrico en determinados mercados y las presiones inflacionistas, marcarán el resto del ejercicio".
"En este escenario de ralentización, Gestamp cuenta con una estrategia para preservar la solidez financiera y mantener, como ha hecho desde su debut en bolsa, un crecimiento rentable y sostenible. Mejorar la eficiencia, la flexibilidad en las operaciones para dar respuesta a la volatilidad del mercado y la excelente ejecución de la cartera de pedidos, permitirá proteger la rentabilidad de la compañía mientras que se ejecuta una política selectiva de inversiones para preservar su fortaleza financiera", concluye.