Las ganancias atribuibles a los accionistas de la compañía han alcanzado los 991 millones de dólares
Bank of New York Mellon Corp. ha presentado sus resultados del segundo trimestre fiscal, con unos beneficios netos atribuibles a los accionistas de 991 millones de dólares, lo que equivale a un 9,9% más que hace justo un año. Pese a ello, la entidad cae en bolsa un 2% en la sesión de este jueves.
Los ingresos de la compañía han alcanzado los 3.960 millones. Pese a ello, los ingresos netos por intereses se han situado en 645 millones, lo que equivale a un 13% menos respecto al mismo periodo de 2020. Entre las causas de este descenso están las caídas de los tipos de los activos generadores de intereses, el aumento de los depósitos y la reducción del saldo de deuda.
Asimismo, su ratio Common Equity Tier 1, que mide la solidez financiera, se ha mantenido sin cambios significativos en el 12,6%. Además, el beneficio de provisión contra pérdidas crediticias ha repuntado hasta los 86 millones desde las pérdidas de 143 millones registradas hace un año.
En cuanto a los gastos no financieros, han aumentado un 3% hasta situarse en los 2.780 millones. Esto se debe al impacto desfavorable del dólar estadounidense, que está más débil, las inversiones en eficiencia y esfuerzos de crecimiento, y los mayores gastos relacionados con los ingresos.
Los activos gestionados han ascendido a 2,3 billones de dólares, lo que supone un aumento del 18% con respecto a hace un año.
Todos estos datos arrojan unos beneficios por cada título de la empresa con sede en Nueva York de 1,13 dólares, frente a los 1,01 dólares del trimestre comparable.
El informe ha supuesto una grata sorpresa, ya que BNY Mellon encadena su cuarto trimestre con resultados por encima de las estimaciones de BPA.