Los ingresos del periodo se han reducido un 21%
El fabricante de chips ASML ha presentado este miércoles sus resultados del primer trimestre, que ha cerrado con una caída del beneficio neto de algo más del 37%. En concreto, la compañía ha ganado 1.224 millones de euros de enero a marzo, frente a los 1.956 millones del mismo periodo del año anterior, aunque ha superado los 1.070 millones que esperaba el consenso. No obstante, ha decepcionado con sus ventas y ha caído un 6,21% en bolsa este miércoles.
Y es que los ingresos en estos tres meses no solo se han reducido en un 21%, al pasar de 6.746 millones de euros en 2023, a los 5.290 millones del trimestre de 2024, sino que también se han quedado muy por debajo de lo que esperaba el consenso de analistas, que esperaba al menos una cifra de negocio de 5.390 millones.
El margen bruto del periodo se ha situado en el 51%, ha explicado la compañía, que pese a todo mantiene sin cambios sus perspectivas para este año, de forma que aún espera unas ventas totales en el año "similares a las de 2023".
Para el segundo trimestre, ASML pronostica unos ingresos de entre 5.700 y 6.200 millones de euros y un margen bruto de entre el 50% y el 51%.
El CEO, Peter Wennink, ha comentado estas cifras: "Nuestras ventas netas totales en el primer trimestre ascendieron a 5.300 millones de euros, en el punto medio de nuestras previsiones, con un margen bruto del 51%, que está por encima de las previsiones, impulsado principalmente por la combinación de productos y los productos extraordinarios".
"Esperamos unas ventas netas totales en el segundo trimestre de entre 5.700 y 6.200 millones de euros, con un margen bruto de entre el 50% y el 51%", ha remarcado. Asimismo, el directivo ha afirmado que "ASML espera unos costes de I+D de unos 1.070 millones de euros y unos gastos de venta, generales y administrativos de unos 295 millones de euros".
Según ha dicho, "nuestras perspectivas para el año completo 2024 se mantienen sin cambios, y se espera que la segunda mitad del año sea más fuerte que la primera, en línea con la recuperación continua de la industria de la recesión". En sus palabras, ven 2024 "como un año de transición con inversiones continuas tanto en capacidad como en tecnología para estar preparados para el cambio de ciclo".
DIVIDENDO Y RECOMPRA DE ACCIONES
Por otro lado, ASML ha anunciado su intención de actualizar el programa de recompra de acciones y también propuesta de dividendo. En concreto, quiere "declarar un dividendo total para el año 2023 de 6,10 euros por acción ordinaria, lo que supone un aumento del 5,2% en comparación con 2022".
"Reconociendo los tres dividendos a cuenta de 1,45 euros por acción ordinaria pagados en 2023 y 2024, esto conduce a una propuesta de dividendo final a la Junta de 1,75 euros por acción".
Además, el fabricante de chips ha recordado que en el primer trimestre ha recomprado "alrededor de 400 millones de euros en acciones en el marco del actual programa de recompra de acciones 2022-2025".
Los expertos no han tardado en valorar las cuentas de la compañía. Para Banco Sabadell, hay un elemento negativo llamativo, y es que la cartera de pedidos del primer trimestre "está un 22% por debajo de lo esperado (3.611 millones de euros frente a los 4.630 millones que auguraba el consenso).
"La exigencia es alta y pensamos que los menores pedidos pueden propiciar una acogida negativa para el valor tras subir un 25% frente al Euro STOXX 50 en lo que va de 2024", dicen los analistas del banco, que no se equivocaban en su predicción.
En AJ Bell, por su parte, destacan la caída de las acciones "tras registrar unas ventas por debajo de las previsiones" y tras registrar "nuevas reservas en el primer trimestre inferiores a las previstas". "Los equipos de ASML son muy caros y es habitual ver oscilaciones en las ventas trimestrales, ya que se trata de una compra muy meditada y no de un producto de bajo precio y gran volumen que se encarga constantemente", recuerdan.
No obstante, "aunque los últimos resultados han asustado al mercado, ASML insiste en que sus perspectivas para todo el año no han cambiado y se mantiene en la creencia de que la industria del chip mejorará a medida que avance 2024", explican. En su opinión, "hay cierta tranquilidad en esa declaración, pero es de esperar que los inversores se muestren más nerviosos con el valor hasta que presente el próximo informe, por temor a que se repitan los contratiempos".