La facturación ascendió a 343 millones de euros, más del doble que hace un año
La aerolínea Norwegian ha presentado este viernes resultados del primer trimestre con una pérdida neta de 992 millones de coronas (86,13 millones de euros en negativo), un 4% por debajo de las registradas hace un año.
Por su parte, la compañía aumentó su pérdida operativa (EBIT) a 916 millones de coronas noruegas (79,53 millones de euros). Su posición de liquidez mejoró durante el trimestre, con efectivo y equivalentes al efectivo aumentando a 8.600 millones de coronas (746,65 millones de euros) al final del mismo, y una flota operativa de 72 aviones.
En cuanto a la facturación de la aerolínea, esta ascendió a 3.975 millones de coronas (343 millones de euros), un incremento de más del doble con respecto al mismo trimestre de 2022, cuando se situó en 1.916 millones de coronas.
Geir Karlsen, consejero delegado de Norwegian, ha destacado que este primer trimestre a servido a la compañía para "prepararnos bien para la ajetreada temporada veraniega de viajes que se avecina", para lo que ya han incorporado "once aviones de última generación".
En el primer trimestre de 2023, Norwegian tuvo 3,8 millones de pasajeros, frente a los 2,2 millones del primer trimestre de 2022. La oferta de la aerolínea fue de 6.000 millones de asientos-kilómetro, mientras que el tráfico de pasajeros fue de 4.900 millones de asientos-kilómetro. En este sentido, la producción disminuyó un 13% con respecto al trimestre inmediatamente anterior, ya que Norwegian trató de asaptar la capacidad a la menor demanda estacional, lo que supuso una ocupación media trimestral del 80,9%.
Con respecto a la puntualidad, la proporción de vuelos que partieron en su hora fue del 83,5%, mientras que la regularidad o porcentaje de vuelos operados sobre los programados, fue del 99,4%.
La compañía también ha reconocido estar expuesta a "varios factores de riesgo" como el riesgo operativo, el riesgo financiero, el riesgo de liquidez y los riesgos relacionados con el clima. Según Norwegian, la demanda futura depende de que se mantenga la confianza de los consumidores y las empresas en los mercados clave.
"Los efectos de la pandemia del Covid-19 en la industria aérea se han disipado, pero una evolución adversa en relación con nuevas variantes del coronavirus o la aparición de otras pandemias puede afectar a las operaciones de la empresa", apuntan desde Norwegian. Asimismo, la aerolínea nórdica reconoce que el entorno macroeconómico actual es "incierto" debido a diversos factores como "la volatilidad de los precios de la energía y el combustible, la presión inflacionista, las fluctuaciones de los tipos de cambio, la guerra en curso en Ucrania, así como las posibles repercusiones de las interrupciones en la cadena de suministro mundial".
En este sentido, Norwegian ha reducido su exposición a las fluctuaciones en los precios del combustible a través de contratos de cobertura y ha cubierto aproximadamente el 40% del consumo estimado de combustible para el resto del año en curso y el 15% para 2024. "En caso de acciones industriales, las operaciones pueden verse afectadas, causando interrupciones a los clientes y afectando a los resultados financieros de la empresa", agregan.
De cara al resto del ejercicio fiscal 2023, la compañía prevé aumentar la flota total a 81 aviones para "ajustarse a la creciente demanda de viajes aéreos de cara a la ajetreada temporada de viajes de verano". "Para 2023 en su conjunto, Norwegian tiene como objetivo una producción global actualizada (ASK) de 32.500, una reducción con respecto al objetivo de producción anterior, en parte debido a que la compañía ajustó la capacidad en el cuarto trimestre para adaptarse a las fluctuaciones estacionales de la demanda para la próxima temporada de invierno", indican desde la aerolínea.
Por otro lado, la compañía destaca que el actual entorno inflacionista y el debilitamiento de la corona noruega "repercuten en los costes operativos de la empresa", que se ha fijado como objetivo una reducción de los costes unitarios, excluido el combustible, de hasta el 5% con respecto a 2022.
Asimismo, Norwegian ha indicado que las tendencias actuales de reservas siguen siendo "muy alentadoras" y la empresa espera registrar "una de las temporadas de verano más fuertes de su historia". "Para todo el año 2023, la compañía prevé un aumento significativo de los ingresos unitarios con respecto al año pasado. Con una fuerte fidelidad a la marca, una organización sólida y una situación financiera robusta, Norwegian está bien posicionada para hacer frente a las fluctuaciones a corto plazo de la demanda y consolidar su posición como aerolínea nórdica líder", han sentenciado.
Por último, Norwegian reconoce su responsabilidad en asumir un papel de liderazgo en la transformación sostenible del sector de la aviación. En abril, la compañía anunció una alianza estratégica con Norsk e-Fuel, para construir la primera planta de electrocombustible ('e-fuel') a gran escala del mundo, en Noruega y que comporta una inversión de más de 50 millones de coronas (4,34 millones de euros). La planta producirá combustibles de aviación sostenibles (SAF), marcando un hito importante en el propósito de Norwegian de una reducción de emisiones de un 45% para 2030.